La crisis migratoria en la frontera entre Arica y Tacna obligó al gobierno peruano a decretar Estado de Emergencia en sus fronteras. Tras ello, autoridades locales criticaron a la administración de Gabriel Boric y lo tacharon de "irresponsable". Por otra parte, el régimen de Nicolás Maduro intervino y se abrió a la ida de repatriar a sus compatriotas a través de vuelos.

Sigue la tensión en la frontera entre Chile y Perú producto de la crisis migratoria. Pese a que la situación se ha mantenido por varios días, aún no hay anuncios de un plan concreto de parte de las autoridades.

La idea del corredor humanitario toma fuerza, pero también se está considerando acoger la “repatriación” propuesta por Venezuela.

Hace más de 15 días que un gran número migrantes -que se encontraban de manera irregular en Chile- llegó a la frontera entre Arica y Tacna para salir de nuestro país e ingresar a Perú, con el objetivo de regresar a su país de origen.

Debido a esta situación, el país vecino implementó un Estado de Emergencia y desplegó a militares en todas las zonas fronterizas para regularizar la migración.

Crisis migratorias: los dardos de Perú a Chile

El problema radicó en que diversas autoridades peruanas apuntaron a Chile como el responsable de la situación.

El gobernador de Tacna, Luis Torres, llamó a las autoridades chilenas a hacerse cargo del problema. En tanto, el alcalde de Tacna, Pascual Guisa, trató al presidente Gabriel Boric de “irresponsable” e “innombrable”.

Hubo citaciones tanto al embajador de Perú en Chile como al representante de Chile en Perú. Además, autoridades de ambos países llegaron a la línea de la concordia este viernes.

El ministro de Defensa, Jorge Chávez, llegó para iniciar la operación militar en la zona. “El despliegue de la fuerza operativa es aproximadamente de 196 miembros de las Fuerzas Armadas”, detalló.

La intervención de Venezuela en la crisis

Tras ello, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, y la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, entre otras autoridades chilenas, llegaron a la localidad de Arica.

De la Fuente aseguró que las conversaciones con Perú están avanzadas para “ya sea llegar a un corredor humanitario o para buscar alguna otra solución”.

De parte del gobierno venezolano, el canciller Yván Gil solicitó respeto a los derechos humanos de quienes están en la frontera.

Asimismo, pidió contar con garantías para la operación de vuelos de la aerolínea estatal Conviasa en la zona. De hecho dijo que se evalúa activar la repatriación de migrantes venezolanos.

El segundo punto generó comentarios positivos. Sin embargo, el tema de los DDHH sacó ronchas en políticos nacionales.

Por ejemplo, la diputada Ximena Ossandón (RN) aseguró que “la gran mayoría de los venezolanos que han arrancado no lo han hecho por turismo aventura. Dejan su patria porque sus derechos no son garantizados”.

En esa misma línea, Raúl Soto (PPD) comentó que “en Venezuela no se respetan los derechos humanos como sí lo hacemos en Chile, por lo que es contradictorio que nos pidan garantizar esto cuando siempre lo hemos hecho”.