El ministro de Justicia, Jaime Gajardo, calificó como un “problema” las filtraciones desde el Ministerio Público, advirtiendo que alteran los procesos judiciales, luego de la polémica por el “pinchazo” a Miguel Crispi, sobre el polémico caso de la casa de Salvador Allende.
Así lo aseguró en entrevista con Pauta, donde abordó la controvertida filtración de una escucha telefónica que captó la Policía de Investigaciones (PDI), en medio de la indagatoria del caso ProCultura, arista del caso Fundaciones, entre el otrora jefe de asesores del Segundo Piso de La Moneda, con su madre, la socialista Claudia Serrano.
“Las filtraciones siempre alteran los procesos penales y creo que en eso estamos todos en contexto. No hay doble opinión, en el sentido de que hay procesos penales que son reservados e independiente del proceso penal que estemos hablando, cuando se conocen antecedentes de un proceso penal reservado a un curso y es reservado principalmente para proteger la investigación penal, eso lo altera”, opinó Gajardo.
“Cuando hay investigaciones reservadas y las investigaciones reservadas se dan a conocer a la opinión pública, se dan a conocer los antecedentes que muchas veces son algunos de los antecedentes, ese es un problema y es indudablemente un problema y por lo mismo nosotros hemos abordado esto con la máxima premura”, apuntó.
“Hemos valorado las medidas administrativas del Ministerio Público para evitar filtraciones, pero respecto al cambio legal, hay opiniones divididas”, señaló.
“Lo estamos analizando en la Comisión Coordinadora del Sistema de Justicia Penal y esperamos tomar decisiones pronto”, adelantó.
En paralelo, el titular de Justicia insistió en su llamado a evitar politizar el tema de las cárceles, desmintiendo un supuesto descontrol en las cárceles.
“La política penitenciaria tiene que ser una política de Estado. Tiene que ser algo que trascienda a las ideas o ideologías políticas que tenemos cada uno de nosotros y que no cambie sustantivamente conforme el Gobierno”, señaló el ministro Gajardo.
“Todos podemos tener nuestros matices, vamos a hacer nuestros énfasis, pero el sistema penitenciario tiene que ser algo estable y a lo que yo llamo es que no los utilicemos para las campañas políticas, que además sepamos cuáles son nuestros reales problemas, que no desinformemos a la población”, añadió.
En ese sentido, enfatizó que “nosotros no tenemos descontrol en los establecimientos penitenciarios”.
“Tenemos dificultades, tenemos deficiencias, tenemos cuestiones que hay que mejorar, tenemos establecimientos penitenciarios sobrepoblados, con un 145% de ocupación, y presencia de bandas de crimen organizado que antes no teníamos”, admitió.
No obstante, sostuvo que “cuando usted dice que las cárceles están descontroladas, eso implicaría que no haya una institución estatal capaz de resguardar el orden. Eso no ocurre en Chile”.