La bancada de Republicanos ratificó que apoyarán a cualquier carta de la oposición que compita contra el Partido Comunista para llegar a la Presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados, asegurando que el Caso Jadue hace “inmoral” la llegada de la colectividad a la testera.

Cuando quedan menos de dos semanas para la elección de la mesa de la Cámara Baja, el escenario sigue abierto ante la falta de acuerdos entre los distintos partidos políticos.

Incluso, las fuerzas dirimentes, como el Partido de la Gente (PDG) y Demócratas, continúan en conversaciones, tanto con el oficialismo, como con la oposición, incluyendo al Gobierno.

Se trata de un diálogo político que será bastante tenso, donde habrá muchas demandas particulares de diversos parlamentarios.

Por ahora, uno de los nombres que ya está sobre la mesa, es el de Joanna Pérez, quien -hasta ahora- es una de las principales figuras de la oposición para presidir la Cámara.

Esto último, especialmente luego de las declaraciones de Stephan Schubert y José Meza, adelantando que el Partido Republicano respaldará su postulación, pese a las críticas de su compañero de colectividad, Cristóbal Urruticoechea.

El parlamentario republicano por Ñuble aseguró que Demócratas era un partido poco confiable, ante sus cambios de postura, algo que también en la interna comparten algunos parlamentarios del Partido de la Gente.

A estos últimos, la oposición le ofertó dos vicepresidencias, a cambio de romper definitivamente el acuerdo administrativo, dejando la testera en manos de la oposición, replicando lo sucedido hace una semana en el Senado.

Al respecto, el diputado Meza sostuvo que ante las recientes posturas que ha tenido el Partido Comunista, como las declaraciones de Daniel Núñez, también su posición respecto a la situación de Venezuela y la formalización del alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, hace que sea “inmoral” que la colectividad merezca llegar a la mesa de la corporación.

En ese sentido, enfatizó que eso los pone en una posición más fácil, adelantando que van a apoyar a quien sea que la oposición acuerde para competir contra el Partido Comunista.

Y mientras algunos acusan un supuesto anticomunismo para evitar que el PC llegue a presidir de manera inédita la Cámara de Diputados, otros, como la diputada Maite Orsini, piden evitar mezclar “peras con manzanas”.

Desde el Socialismo Democrático, por su parte, han señalado que van a apoyar al Partido Comunista y que hay que encontrar la manera de que esto se viabilice políticamente, aunque al mismo tiempo reconocen que el objetivo principal es simplemente no perder la mesa.

De hecho, el diputado PS, Leonardo Soto, ha planteado que lo más importante es cumplir la palabra empeñada y apoyar al Partido Comunista, tomando en cuenta la necesidad de no repetir lo que pasó en el Senado, en donde fuerzas políticas que eran de un sector, se pasaron a la vereda de enfrente y terminaron rompiendo el acuerdo administrativo de la Cámara Alta.

En paralelo, se desarrolla otro debate más subterráneo relacionado con la continuidad del ministro secretario general de la Presidencia (Segpres), Álvaro Elizalde.

El lunes el diputado del PDG, Rubén Oyarzo, planteó que si el oficialismo perdía la mesa, el Gobierno debería pedir la renuncia al secretario de Estado, quien es el encargado de ser el nexo entre La Moneda y el Congreso.

En relación con esto, la diputada Orsini respaldó al ministro Elizalde, asegurando que los titulares de la Segpres tienen una labor de facilitar una conversación, pero para nada son los primeros responsables de que los diputados se pongan de acuerdo o no para elegir la mesa.

Sin embargo, en los pasillos sí es considerada como una gran batalla, e incluso lo han denominado como el “Mundial de Álvaro Elizalde”, por la responsabilidad política que recae sobre sus hombros, de articular un acuerdo y negociar con el PDG, el Partido Comunista y Demócratas.

El objetivo, según se han planteado, es ver si es que todavía hay posibilidades de que el oficialismo, y el Partido Comunista, logran retener el control de la Cámara de Diputadas y Diputados cuando la votación llegue a la Sala el próximo lunes 15 de abril.