En el marco de la instalación de inhibidores de señal en algunas cárceles, desde la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios indicaron que si bien la medida contribuirá al buen funcionamiento de los recintos, no dará solución a los problemas de fondo del sistema carcelario.

Y es que a pesar de que la medida ha sido valorada, también ha encendido las alertas respecto a las problemáticas que hay al interior de los recintos penitenciarios.

El secretario nacional de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios, Jokan Garrido, valoró la medida, pese a que aseguró que no va a dar solución a todas las problemáticas que presentan las diferentes cárceles a nivel nacional.

Cifras de Gendarmería revelan que en marzo de 2024 se contabilizó un total de 54.544 internos. Además, en enero de este año existían cerca de 1.600 bandas criminales dentro de los penales, de las cuales al menos 600 estarían activas cometiendo delitos, según informó La Tercera.

En ese contexto, el diputado de la bancada socialista e integrante de la comisión de Defensa de la Cámara, Tomás de Rementería, señaló que es necesario que se aumenten las herramientas para Gendarmería.

En la misma línea, el senador independiente y presidente de la comisión de Defensa, Kenneth Pugh, resaltó que la instalación de inhibidores de señal va en el sentido correcto. Sin embargo, no es suficiente para el nivel de amenaza y riesgo que representa enfrentar al crimen organizado.

Además, indicó que con la llegada de bandas internacionales de crimen organizado y la irrupción de ciberdelincuentes se hace necesario revisar completamente el sistema carcelario chileno.

Por otra parte, la instalación de inhibidores de señal también ha encendido alertas, ya que tras el anuncio algunos reclusos habrían amenazado con posibles motines, lo que llevó a Gendarmería a tomar medidas como instruir la suspensión de permisos al personal, para estar preparados ante eventuales emergencias.