En la carta de renuncia, Isabel Orellana profundizó en sus críticas al Gobierno, principalmente en el área de cultura, algo que ya había expresado vía redes sociales.

Isabel Orellana Guarello, hermana de la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, renunció a su partido Convergencia Social (CS), expresando críticas tanto a facciones de la tienda política como al Gobierno de Gabriel Boric (también militante de CS).

Isabel Orellana, junto con terminar su militancia, deja de lado el comité central del partido, la máxima instancia de toma de decisiones, según publica La Tercera.

“Hoy con mucha tristeza he decidido renunciar a Convergencia Social y a mi rol como Delegada Nacional del Comité Central, cargo en el que fui elegida como la séptima más votada de mi partido y en el cual estuve orgullosa de participar por más de un año”, escribió la cineasta.

La hermana de la ministra de la Mujer y Equidad de Género es además, cofundadora del Frente de Culturas y activa participante en el Frente Feminista del partido.

“Lamentablemente, y a pesar de mis intentos por mantenerme en mi rol, en el ejercicio de mi participación política fui constantemente hostigada por miembros de las tendencias De cordillera a Mar y Desbordar”, malos tratos que se habrían dado “en cada espacio donde participaba”, explicó en el documento que entregó a la directiva de CS.

En la carta, Isabel Orellana profundizó en sus críticas al Gobierno, principalmente en el área de cultura, algo que ya había expresado vía redes sociales.

“La situación en cultura ha ido empeorando cada vez más y el rol del partido en la administración de esta crisis ha sido indiferente a un sector empobrecido y precarizado y negligente en cumplir con el programa de Gabriel Boric por el cual el sector votó esperanzado”, dice el texto.

Agrega que “las tendencias antes mencionadas han buscado a través de sus liderazgos acallar las críticas, amedrentar la libertad de expresión de sus militantes y hostigarlos hasta el punto de la renuncia. Estas prácticas son las formas más recurrentes de violencia de género que viven las mujeres en política y no debiera normalizarlas un partido que se dice feminista”.