La moción fue respaldada por los senadores, quienes calificaron como “arbitrario” entregar esta responsabilidad a los alumnos que requieren prácticas profesionales. Además, cuestionaron el rol que muchas veces asumen los casas de estudio que imparten carreras de la salud.

Este miércoles, el Senado aprobó de manera unánime el proyecto que regula las prácticas intermedias y profesionales de salud.

En concreto, el proyecto tiene por objeto “prohibir exigencias ajenas al proceso de enseñanza-aprendizaje tales como la obligación de los estudiantes de convocar o reclutar a sus respectivos pacientes.

Lo anterior, “en aquellos casos que se requiera la evaluación, diagnóstico o tratamiento de personas”.

El proyecto fue iniciado en moción por parte de los senadores Luz Ebensperger, Juan Antonio Coloma, Jaime Quintana y David Sandoval, y del ex legislador Claudio Alvarado.

En esa línea, los congresistas señalan en el texto que “existen situaciones en las cuales se impone al estudiante la obligación de convocar, reclutar o poner a disposición del programa los respectivos pacientes, con el fin de ser evaluados”.

Ante esta situación, consignan que “tales exigencias se tornan arbitrarias, pues no dependen de la voluntad o capacidad del estudiante, sino del azar, por lo cual no pueden estar permitidas“.

¿Qué prohíbe directamente el proyecto?

Prohíbe a las instituciones de educación superior que impartan programas que requieran cursar y aprobar prácticas que involucren el diagnóstico, tratamiento o evaluación de personas.

Tampoco se podrá condicionar su aprobación a la obligación del estudiante de convocar a sus respectivos pacientes, ni a la asistencia de estos últimos a los tratamientos.

– Dispone que será obligación de estas instituciones contar con todos los elementos e infraestructura indispensables para los efectos que los alumnos puedan realizar las referidas prácticas.

Finalmente, el proyecto, debatido previamente por la Comisión de Educación y Cultura, pasará a la Cámara Baja para su segundo trámite.