Este jueves, el Senado aplazó la votación del proyecto que busca reestablecer el voto obligatorio en las elecciones populares.

Si bien algunos parlamentarios alcanzaron a intervenir en la sesión, no se logró realizar la votación en general de la iniciativa, por lo que se deberá fijar una nueva fecha.

De los senadores que alcanzaron a emitir su opinión —Coloma, Insulza, Moreira, Allende, Ebensperger, Bianchi, Alvarado, Lagos Weber, García Ruminot y Pizarro—, los oficialistas se mostraron en contra, mientras que los de oposición recalcaron la importancia de la medida para buscar mayor participación popular.

Tal como llegó la iniciativa desde la Cámara, la reforma no contempla sanciones a quienes no concurran a votar y mantiene la inscripción automática en el padrón electoral.

La nueva presidenta del Senado, Ximena Rincón, señaló que “este proyecto de ley tal como está, tal como viene de la Cámara, es un voto voluntario. Dice que es obligatorio, pero no tiene sanción, por lo tanto es un eufemismo. Creo que en nuestro país, en nuestra democracias, si queremos cuidarlas, tenemos que tener derechos, pero también tenemos que tener deberes”.

En esa línea, agregó que “creo que tenemos que caminar hacia mantener la inscripción automática y pasar al voto obligatorio. Y si alguien no quiere votar en una elección determinada, se desinscribirá”.

Cabe recordar que la iniciativa fue aprobada en la comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado el pasado 6 de julio.

Visión de los presidenciables

Gabriel Boric, candidato presidencial de Apruebo Dignidad, indicó que los sectores más privilegiados terminan sobrerrepresentados cuando el voto es voluntario.

“Me parece razonable que el voto sea obligatorio. No estoy por establecer sanciones draconianas a quienes decidan no ir a votar, pero sí me parece que tiene que haber un imperativo moral de ser partícipes de las decisiones políticas”, dijo.

Además, manifestó que “esto tiene que venir acompañado de una cultura cívica y una educación cívica que recién logramos reponer en los colegios y que, por lo tanto, va a tener su efecto y va a mejorar la educación cívica en años más”.

Por el contrario, Marco Enríquez-Ominami de mostró a favor del voto voluntario. “Soy de los que cree que el voto es un deber, no una obligación. Y quiero ver a los valientes del Congreso que van a proponer una multa para los que no voten. (…) Yo sé que la mayoría del país quiere voto obligatorio, pero yo discrepo”, dijo en entrevista con CNN Chile.

Asimismo, afirmó que los parlamentarios se van a “enredar” en la discusión. “En ese Senado decepcionante, no veo a muchos valientes diciendo ‘propongo una multa de $200.000 al que no vote"”, aseveró.

Finalmente, el republicano José Antonio Kast señaló que “yo siempre fui partidario del voto obligatorio mientras la inscripción era voluntaria, por que en algún momento la gente tiene que tener la libertad de decidir si se incorpora al padrón electoral o si no quiere votar”.

“Hoy día lo que se busca es que haya una inscripción automática y voto obligatorio, y ahí yo discrepo. Si se quiere hacer el voto obligatorio, la inscripción tiene que ser voluntaria”, cerró.

“Darle libertad a las personas”

En el Congreso existe voluntad de distintos sectores de avanzar en el voto obligatorio; sin embargo, también se busca mejorar el proyecto que actualmente se debate para incluir otras indicaciones.

El congresista Álvaro Elizalde (PS), señaló que las votaciones son un esfuerzo mínimo en comparación a otras obligaciones ciudadanas, como pagar impuestos. Además, dijo que hay que avanzar en otros proyectos con respecto a las personas que no concurren a las urnas.

Por otra parte, Luz Ebensperger (UDI) dijo que está a favor del voto obligatorio, siempre que haya una inscripción voluntaria en el padrón electoral para “darle un mínimo de libertad a las personas”.

En el caso de Francisco Chahuán (RN), se declara firme partidario del voto obligatorio, pero aguarda la discusión en particular del proyecto para mejorarlo.

Cabe recordar que ya se está trabajando en dos proyectos paralelos al voto obligatoria, como lo son las respectivas multas para quienes no vayan a sufragar y la renuncia voluntaria al padrón electoral.