El candidato independiente de Chile Vamos, Sebastián Sichel, dio la sorpresa y se impuso en las primarias presidenciales de la coalición. Con esto, dejó en el camino a los abanderados de los partidos: Joaquín Lavín (UDI), Mario Desbordes (RN-PRI) e Ignacio Briones (Evópoli).

La sorpresa fue mayor por la diferencia que sacó con respecto al segundo lugar. Sichel obtuvo un 49,08% de las preferencias, mientras que Lavín sólo alcanzó el 31,3%.

El conversación con Radio Bío Bío, Pedro Browne, coordinador de la campaña de Sebastián Sichel, señaló que “teníamos números que nos daban muy positivo, nosotros estábamos convencidos que íbamos a ganar esta primaria por un margen más amplio de lo que se hablaba (…), pero no nos imaginamos una diferencia tan grande para ser francos, lo mejor de los números nuestros eran 8 puntos de diferencia”, señaló

“Se llegó prácticamente a la misma cifra que la primaria de 2017, por lo tanto rompió con cualquier pronóstico. El primer tirón de orejas a los analistas, que dijeron una serie de cosas y pareciera que fueron todas equivocadas: que Joaquín Lavín era el mejor en los debates, que la franja de Sichel era mala, que no tenía ninguna posibilidad, etc.”, agrego.

Abrirse paso hacia el centro

Sobre los motivos que cimentaron el triunfo del candidato independiente, Browne afirmó que “conectaba con las personas, enfocaba en la gente. Tener a un candidato en los semáforos, en las ferias, caminando en las calles y saludando a la gente, marcó una diferencia importante”.

En la misma línea, sobre el camino que debe emprender Sichel, dijo que debe abrirse paso hacia “el mundo de centro, no solamente de los partidos, sino de las personas que terminan votando por personas”.

En relación a ambas primarias (Chile Vamos y Apruebo Dignidad), Sichel obtuvo el tercer lugar en cuanto a sufragios, después de Gabriel Boric y Daniel Jadue.

“Comparar las dos primarias es un ejercicio complejo (…) Evidentemente, en la primaria de Chile Vamos había 4 candidatos y obviamente que se reparten (los votos) con tres candidatos de partido”, dijo al respecto.

“Lo más relevante es que hay dos coaliciones políticas que deciden jugarse porque sea la gente quien tome la decisión de quién sea el candidato presidencial del sector”, añadió.

El gran perdedor

Sobre los comicios de noviembre, Browne afirmó que “aquí falta que se sumen otros candidatos. Ya surge el nombre del alcalde Sharp (de Valparaíso) por la Lista del Pueblo, que también le va a restar votos a Gabriel Boric. Van a aparecer otros liderazgos seguramente desde la izquierda o la centro izquierda, y hay que ver quién es el candidato de la ex Concertación”.

El coordinador de la campaña de Sichel aseguró que el gran perdedor de la jornada fue el candidato de la ex Concertación, que aún no se define. Hasta ahora, los nombres sobre la mesa son Paula Narváez y Carlos Maldonado, pero resta conocer al abanderado de la Democracia Cristiana.

“La ex Concertación no logra ponerse de acuerdo (…) Yo creo que perdieron una oportunidad gigantesca (de hacer primarias) y creo que deben estar haciendo un análisis profundo, porque quedaron fuera de esta discusión, perdieron la oportunidad de estar en el debate y, por otro lado, ganaron los dos candidatos que más complican a la ex Concertación”, aseveró Browne.

Sobre su relación con el Partido Republicano y, específicamente, con José Antonio Kast, expresó que “con él tengo muchas diferencias en lo político, pero siempre hemos tenido esa capacidad de conversar, de ponerse de acuerdo. Es una persona muy franca y en eso tiene un liderazgo parecido al de Sebastián Sichel, que son capaces de decir las cosas de frente y tienen una sola línea”.

Finalmente, sobre un eventual acuerdo con Kast, Browne fue categórico. “Él ya anunció su candidatura presidencial, la va a inscribir para la primera vuelta y eso significa que van a haber listas parlamentarias distintas. Es muy complejo que una misma lista parlamentaria comparta dos candidaturas presidenciales”, cerró.