El 48° informe de ICOVID, iniciativa liderada por distintas casas de estudios para monitorear el avance de la pandemia en Chile, estima que los nuevos casos de coronavirus han disminuido un 40% en comparación a dos semanas atrás.
Sin embargo, el reporte señala que todavía preocupa la cifra de 14,7 contagios por cada 100.000 habitantes. A nivel regional, las situaciones más preocupantes se instalan en Los Ríos (39), Atacama (31,5), Aysén (26,4) y Arica y Parinacota (25,8).
“La situación país muestra indicadores que van mejorando en cuanto a dinámica de contagio y positividad de tests PCR. (…) Sin embargo, tenemos valores estimados de más de 10 infectados por cada 100 mil habitantes en todas las regiones, y requerimos continuar monitorizando la cobertura y efectividad dinámica de las vacunas, junto a la ocupación de camas UCI, que continúa siendo muy alta”, sostuvo Andrea Rodríguez, vicerrectora de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Concepción.
El documento, que muestra cifras actualizadas al 3 de julio, también reporta un R de 0,82 a nivel nacional, lo que representa una disminución en relación a dos semanas atrás (0,88). Cabe recordar que este indicador muestra la cantidad de personas a las que puede contagiar un infectado.
A nivel local, las regiones de Arica y Parinacota, Antofagasta, Atacama y Magallanes presentan un indicar de transmisión R mayor o muy cercano a 1, lo que preocupa a los investigadores. Por el contrario, “las regiones Metropolitana, Coquimbo y Valparaíso muestran los mejores indicadores de transmisión, con valores estimados bajo 0,8, indicando que los casos debieran ir disminuyendo”, se lee en el informe.
“Por otro lado, la vacunación completa se ha logrado aplicar a casi 11 millones de chilenos, con 55% de cobertura nacional, lo que es un gran logro. Sin embargo, no podemos relajarnos. Es esperable que estos brotes sigan ocurriendo, ya que se estima que dos de cada tres chilenos todavía pueden infectarse, son susceptibles. Además, las variantes son cada vez más contagiosas”, dice Paula Margozzin, epidemióloga y académica del Departamento de Salud Pública de la Pontificia Universidad Católica.
Los expertos aseveran que el número de exámenes PCR por mil habitantes alcanzó un valor de 17,96 para la semana observada. Esta cifra advertiría una tendencia a la disminución en la cantidad de tests (-22,8% respecto a cuatro semanas atrás y -6,3% respecto a la semana pasada).
En materia de trazabilidad, el reporte da cuenta que la consulta temprana, es decir, la proporción de personas que consultan y son identificadas antes de 48 horas de iniciados sus síntomas, se ha mantenido relativamente estable en el último mes de análisis (entre el 13 y 19 de junio), llegando a 55%.
Con respecto a la capacidad hospitalaria, la ocupación nacional de camas UCI es de 93,80%. “Es esperable que la ocupación UCI se mantenga muy alta y tensionada por el creciente aumento de pacientes no COVID-19, lo que puede afectar negativamente la capacidad que tiene el sistema hospitalario para responder a necesidades de pacientes COVID-19 en próximos brotes”, se consigna en el documento.
“En el caso de pacientes menores de 50 años se observa una variación semanal de -9,8%, con 1.061 casos, que prosigue a la baja desde el peak de 1.363 casos de la semana del 6 de junio, para llegar a 1.061 en la actual semana (disminución acumulada de 22,1%)”, se explica en el reporte.
Para el grupo etario entre 50 y 69 años también se observa una disminución que alcanza dos semanas consecutivas, con variación semanal de -4,8%, llegando a 1.372 casos.
En cuanto al avance de la vacunación, la cobertura con dos dosis alcanzó 88,3%, 86,6% y 57,1% en grupos de personas de 70 años o más, entre 50 a 69 y menores de 50 años, respectivamente.
“Esta susceptibilidad, junto a positividades superiores a 5%, sumado al contexto de variantes más contagiosas, decaimiento esperado de curvas de anticuerpos con el tiempo y clima invernal, mantienen una alta probabilidad de volver a presentar brotes consecutivos en los próximos meses”, advierte el texto.
