A días de cumplirse un año de la muerte de Ángela Jeria, la expresidenta Michelle Bachelet reveló que supo del deceso de su madre en un aeropuerto.

Según dijo a Revista Ya, ambas habían acordado que la alta comisionada ONU vendría a Chile para el cumpleaños de la arqueóloga, el 22 de agosto.

No obstante, temprano ese 2 de julio, el médico que trataba a su madre la contactó para decirle que el pronóstico era sombrío.

Por ello, la expresidenta decidió retornar a Santiago de inmediato, algo que se dificultó por la pandemia.

Así, tomó un vuelo de Ginebra a Zúrich para luego hacer escala en Sao Paulo y llegar a Chile.

A la espera del primer avión, en la sala de protocolo, Bachelet dijo a Ya que el médico le escribió “acaba de fallecer su mamá”.

“Y yo estaba ahí, en un lugar lleno de gente que no conocía, sin poder expresar mis emociones”, añadió.

“Después subirse al avión y esta sensación que si me pongo a llorar desconsoladamente todos los pasajeros van… voy a generar un lío”, relató.

Funeral

En la escala en Zúrich, Bachelet rememoró que el presidente Sebastián Piñera la llamó.

En ese momento consultaba con amigos abogados qué ocurriría con la última despedida a su madre.

Justamente por las mismas restricciones adoptadas acá por la pandemia, y como miles de chilenos, Bachelet no pudo asistir al funeral.

Tras informarse de todo lo que no podría hacer, la exmandataria se fue a su casa.

Allí vio sola y por Zoom la ceremonia que sus tres hijos transmitieron para ella y el hermano menor de Jeria, Máximo, que vive en EEUU.

“Estaba ahí el ataúd y mis hijos le hablaron a su abuela”, recordó Bachelet.

“Le hicieron un pequeño homenaje. Eso fue muy brutal para mí”, señaló.

“Estuve dos semanas y media en Chile, que fueron de un dolor profundo, porque mi mamá era la compañera de toda la vida y no haber estado…”, agregó.

“Sostén”

En la entrevista, Bachelet repasó el rol que Jeria tuvo como abuela en la vida de sus tres hijos.

“Yo había aprendido como médico que lo importante era – cuando en las familias no hay papá y mamá – que al menos hubiera la figura de otro adulto que diera la estabilidad”, complementó.

A su juicio, su madre “siempre fue un sostén no solo mío, sino también de mis niños”, indicó.

A fines de 2020, Bachelet regresó a Chile para ayudar a terminar de embalar las pertenencias de Jeria.

La mayoría de los libros fueron donados a una biblioteca de Cerro Navia.

A Suiza, Michelle Bachelet se llevó un par de recuerdos de su madre: un collar, algunos anillos y un reloj que hoy en día ocupa en su muñeca izquierda.