Una inusual denuncia se dio a conocer este jueves a través de Twitter. Se trata de un usuario que, tras comprar una prenda, descubrió que ésta traía una estampa bajo la zona de la talla que decía: “Me tienen atrapado en la fábrica de poleras ayuda!!!”.

Fue el usuario Haomaru_ quien dio a conocer el hecho, mencionando que recibió este jueves una polera marca GetOut de parte de tiendas Paris. “Me encuentro con este mensaje ‘Me tienen atrapado en la fabrica de poleras ayuda’. La situación es gravísima. Clave es que Cencosud Chile ponga antecedentes e investigar”, sostuvo.

Un par de horas después tiendas Paris le contestó, donde se le solicitó enviar el número de orden de compra por mensaje directo, agregando que “el caso está siendo escalado con el área correspondiente”.

Posteriormente fue la propia tienda de vestuario urbano Streets, dueños de la marca GetOut, quienes salieron a aclarar el asunto.

“Confirmamos que esto fue parte de una campaña de nuestra parte, no asociada a Paris. No hay nadie atrapado. Entendemos que fue una mala decisión que corregiremos inmediatamente. Lamentamos cualquier preocupación al respecto”, indicaron.

De igual forma, agregaron que el mensaje nace en un contexto de “variados mensajes (que vienen en las poleras) con la intención de ser agradables. No todos traen el mismo”.

“Entendemos que el mensaje en cuestión no es gracioso y no es un tema para reír, por lo cual ya fue retirado. Reiteramos las disculpas”, adujeron.

En Twitter la denuncia causó gran revuelo, alcanzando en cinco horas más de 1.700 retweet y 1.300 me gusta.

La “broma” causó polémica porque alude a un modelo de negocio que siguen varias grandes marcas -entre ellas H&M, Zara, entre otras-, que se basa en minimizar sus costos de producción instalando algunos de sus talleres en naciones con salarios bajísimos, como resultado de leyes laborales menos estrictas.

Una de esas es precisamente Bangladesh, origen de la polera de la polémica, donde los salarios de los trabajadores de la industria textil -principalmente mujeres- son inferiores a los 50 mil pesos chilenos al mes, afirmó la abogada de derechos humanos, Jayne Christensen, en una columna en el diario australiano Daily Telegraph. Es más, el salario mínimo en esta nación es de unos 41 mil pesos mensuales, de acuerdo a la ONG Human Right Watch.