Marcelo Escalante y su familia, que llevan 54 días sin poder tocar tierra en Honduras, planean iniciar su retorno en velero desde el Caribe este fin de semana recogiendo a más connacionales en su camino que estén atrapados por la crisis de Covid-19.

“Me gustaría que se pusieran en los zapatos de aquellos que no estamos en ninguna parte y que sin embargo tenemos esperanza”, sostiene la carta que escribió Escalante al presidente Sebastián Piñera y que fue recogida por Emol.

Escalante permanece en la isla de Roatán en Honduras sin poder desembarcar del velero producto a las restricciones establecidas por las autoridades sanitarias locales.

“Si yo zarpo desde Roatán, podría pasar a recoger a algunos de ellos. Desgraciadamente no cuento con los medios para pagar el cruce del Canal de Panamá, pero podría estar en las manos de ustedes conseguir el salvoconducto para pasar y contar con colaboración para abastecimiento y combustible, que es más económico que tratar de coordinar vuelos u otros medios”, continúa en la carta.

El hombre sabe que el viaje es peligroso, pero “estar en el limbo es más peligroso y nosotros estamos en el limbo y estos chilenos que están en Nicaragua, en Puerto Rico, en Panamá, también está en el limbo”.

Asegura que el costo del viaje “es mínimo y no violas ningún derecho, porque te anclas a 200 metros de la playa y te los llevan en lancha. Al tener una pequeña embarcación, si me marcho para allá me gustaría llevarme la mayor cantidad de gente posible”.

Según comentó, ya está preparado para salir con dos connacionales que se encuentran en la isla, pero el problema sigue siendo el costo de atravesar el Canal de Panamá, que bordea los US$3.000, poco más de $2.500.000 en moneda nacional, por lo que solicita un permiso o salvoconducto que puedan gestionar las autoridades chilenas.

El hombre planea devolver a dos guatemaltecos que lo acompañan a su país de origen, para luego volver a Honduras e iniciar el retorno. Posteriormente busca pasar por las costas de Nicaragua, Puerto Rico, Panamá, Colombia, Ecuador y Perú, para finalmente llegar al norte de Chile.

“La gente que quiera venir tiene que buscar las capitanías de puerto de la marina mercante, ver dónde están, contactarse y acercarse ahí para que una lancha me los vaya a dejar”, sostiene.