Después de ser escogido por el pleno del máximo tribunal con 18 votos a favor, el ministro Guillermo Silva asumió como nuevo presidente de la Corte Suprema, cargo en el que estará durante los próximos dos años.

Tras recibir la insignia que simboliza el mando de la corte de parte del expresidente del máximo tribunal, Haroldo Brito, la nueva autoridad del Poder Judicial, agradeció a sus pares y afirmó que dentro de sus principales focos, estará en la administración de justicia.

Asimismo, el nuevo presidente del máximo tribunal nacional, se refirió a los desafíos que deberá enfrentar este período. Entre ellos, la pugna entre la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional.

Quien también se refirió a la polémica, valorando que el ministro Silva sea la nueva máxima autoridad, fue la presidenta del Tribunal Constitucional, María Luisa Brahm. La representante del órgano jurisdiccional, enfatizó que es normal que en algunas materias haya diferencia de opinión.

Por su parte, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, ve con buenos ojos el cambio de mando que se dio al interior del Poder Judicial, sobretodo en estos tiempos tan complejos.

La vida judicial del ministro Silva comenzó en diciembre de 1972 como secretario del Juzgado de Letras de Laja, luego como magistrado en los juzgados de Letras de Mulchén, Los Ángeles y Civil de Concepción.

Posteriormente, en septiembre de 1990, fue nombrado ministro de la Corte de Apelaciones de Talca, ocupando en 1993 el mismo cargo en el tribunal de alzada de Concepción, donde fue presidente en 1999.

Finalmente, el 17 de noviembre de 2008 asumió como ministro de la Corte Suprema, en donde se desempeñó principalmente en la primera sala, que corresponde a la civil.