Los conflictos en la pugna entre Hyundai y el Ministerio de Obras Públicas (MOP) siguen floreciendo. Inicialmente, los dardos apuntaron a Loreto Silva, titular de la cartera en 2013 y que tuvo un rol central en la licitación del Puente Chacao, en la que hoy se centra la pelea entre Estado y la firma coreana.
Desde la otra vereda, actualmente es socia de la firma de abogados Bofill Escobar Silva, la misma que representa a Hyundai en contra del Estado chileno en la pelea.
Sin embargo, no es la única figura que ha transitado entre el estudio jurídico y el MOP. A la inversa, Jorge Bofill García, apenas egresado de Derecho en la Universidad Adolfo Ibáñez ya formaba parte en 2017 del bufete de su padre, Jorge Bofill Genzch.
Y en abril de 2018, tras la instalación de Sebastián Piñera en el Gobierno, desembarcó en la Subsecretaría de Obras Públicas como asesor jurídico.
En particular, de acuerdo al portal de transparencia de la cartera, el rol de Bofill Jr. consiste en “prestar asesoría directa al Ministro de Obras Públicas (Alfredo Moreno), mediante la supervisión, coordinación, evaluación e implementación que demanda la adecuada gestión operativa de las direcciones y unidades del MOP, con el objeto que las autoridades superiores puedan disponer las medidas de supervisión y evaluación del eficaz cumplimiento de los programas y objetivos institucionales”.
En concreto, según pudo constatar BioBioChile, está contratado a honorarios en dicha repartición pública por un sueldo de 3,6 millones para cumplir con una jornada de 44 horas semanales.
Con todo, en medio de la polémica trascendió que Jorge Bofill padre y Vanessa Facuse serían los abogados del estudio que asumirían directamente la defensa de Hyundai, de cuya forma intentaban dar una señal de que la ex titular del MOP no tendría tanta injerencia en el proceso. Sin embargo, probablemente padre e hijo sí se encuentren -en lados opuestos de la mesa- en la disputa entre Hyundai y el Ministerio de Obras Públicas.
