El inicio del juicio oral en contra del excanciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz Toledo, fue postergado para marzo de 2020 debido a una licencia médica presentada por el acusado.

Para este lunes a las 09:00 horas estaba agendado el comienzo del juicio en contra del religioso, quien hace algunas semanas fue expulsado de la Iglesia Católica por el Papa Francisco.

El abogado del exsacerdote, Gabriel Henriquez, llegó hasta el Séptimo Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago para solicitar que se postergue la última fase del proceso judicial.

Lo anterior, argumentado con una licencia médica por lumbago que imposibilitaba que el imputado asistiera a la instancia.

“Esta dolencia, debidamente certificada, le impide poder comparecer el día de hoy al inicio de esta audiencia”, aseguró el profesional.

Al mismo tiempo, el jurista reiteró que alegarán la total inocencia de su representado en los delitos de abuso sexual, estupro y violación que acusa la Fiscalía Regional de O’Higgins.

“Planteamos la inocencia de nuestro defendido respecto de la totalidad de los hechos vinculados en el libelo acusatorio”, subrayó.

Debido al certificado médico, y en total acuerdo de las partes, el tribunal resolvió postergar el inicio del juicio para el 2 de marzo de 2020, fecha hasta cuando el religioso deberá continuar cumpliendo la cautelar de arresto domiciliario nocturno en la casa de su madre, ubicada en Macul.

El fiscal a cargo del caso, Francisco Jacir, indicó que se acordó una fecha tan lejana, considerando que uno de los testigos tiene imposibilitado asistir antes a declarar.

“Parte de la prueba de la Fiscalía, y que íbamos a presentar en el juicio, se encontraba imposibilitada de asistir en sesiones ya sea de fines de este mes o incluso en el mes de enero… prueba relevante”, manifestó el persecutor.

Por esta causa, entre otras, son apuntados los cardenales Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzati como encubridores.

Cristobal Escobar | AgenciaUNO
Cristobal Escobar | AgenciaUNO

En concreto, la acusación individualiza cuatro hechos por los que se piden, en total, 41 años de presidio en contra del exsacerdote:

-Tocaciones sexuales que se remontan a 2006 en contra de un entonces menor de edad de iniciales F.A.G.P. y ese mismo delito en contra de un menor de iniciales L.A.C.P. en 2009.

-El mismo año (2009) el acusado habría intentado realizar tocaciones exhibiendo sus genitales en contra de otro menor de iniciales F.J.C.B.

-El último caso y el más grave, fue un abuso sexual sostenido desde el 2013 en contra del menor de iniciales T.A.A.A., que derivó entre el 2017 y 2018 en una violación.