El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, viajó la mañana de este miércoles hacia Arica para monitorear en terreno la situación del paso fronterizo Chacalluta, el cual -en las últimas semanas- ha recibido una fuerte oleada de ciudadanos venezolanos.

En la zona, Ubilla enfatizó que se han reforzado los controles en los pasos fronterizos no habilitados para evitar que ciudadanos extranjeros ingresen a Chile por ahí.

Sin embargo, estos dichos fueron refutados por el alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, quien señaló que, tras el aumento de los requisitos para ingresar a Chile, los inmigrantes que han tratado de ingresar al país por pasos no habilitados ha aumentado entre cuatro y cinco veces respecto al promedio.

El jefe del Departamento de Extranjería y Migración, Álvaro Bellolio, enfatizó que si un extranjero ingresa por un paso no habilitado será expulsado del país.

Otra de las preocupaciones del Gobierno son las denuncias ante la presencia de “coyotes” que, básicamente, son personas que reclutan a ciudadanos en los pasos fronterizos para que crucen por zonas no habilitadas tras el pago de una suma de dinero.

En tanto, el diputado del Frente Amplio y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, Vlado Mirosevic, recalcó tras una reunión con el ministro del Interior, Andrés Chadwick, que hay que hacerse cargo de esta emergencia.

El martes, en la Cámara de Diputados, el canciller Teodoro Ribera señaló que la presión migratoria podría verse fuertemente aumentada, principalmente por el cierre de semestre en Venezuela y el comienzo de las vacaciones.

Según datos del Gobierno, desde que se comenzó a tramitar la Visa de Responsabilidad Democrática se han solicitado 90 mil documentos, de las cuales se han entregado cerca de 35 mil.

Ya el lunes, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, señaló que en un año podrían llegar a nuestro país 300 mil venezolanos. Esta cifra fue confirmada por el mismo Ubilla.