Hasta la oficina de partes del Palacio de La Moneda llegaron este miércoles las agrupaciones que conforman la “Sociedad civil por la acción climática” para entregar una carta al mandatario donde le piden diversas medidas para enfrentar el cambio climático.

Esto, luego que ayer el mandatario presentara el plan de descarbonización de la matriz energética de Chile, con el cual se pretende que en 2040 no haya termoeléctricas funcionando. También, se decretó que ocho plantas comenzarán a dejar de funcionar de manera gradual desde este año al 2024.

Sin embargo, este hecho ha sido considerado insuficiente por las organizaciones ambientalistas y parlamentarios de oposición. El director ejecutivo de Fima, ONG ligada al cuidado al medio ambiente, Ezio Costa, señaló que las termoeléctricas deberían cerrar, como máximo, en 2030.

Hecho que fue respaldado por el senador del PPD y presidente de la comisión de Medio Ambiente, Guido Girardi, quien señaló que se deberían tomar medidas mucho más radicales como instaurar la figura de la “emergencia climática”.

Girardi también ha estado trabajando paralelamente al Gobierno una ley marco para el medio ambiente, con la cual pretende que para 2030 todas las fuentes emisoras de carbón dejen de funcionar. Según comentó, la próxima semana presentará esta iniciativa al Congreso, la que ha estado realizando con la comunidad científica.

Fue el propio presidente Sebastián Piñera el que respondió a estas críticas. En su visita a Talcahuano, el mandatario enfatizó en que “no podemos sacar plantas generadoras de energía y dejar al país a oscuras”.

“Tenemos que asegurarnos, cuando sacamos una planta, que va a existir otra fuente de energía”, respondió.

Otro tema que causó controversia fue la inauguración de una termoeléctrica en Mejillones, hecho que para los expertos es contraproducente dado que Chile organizará en diciembre la COP25.

Consultada al respecto, la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, señaló que esa decisión se tomó “en el gobierno anterior”.