El ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, señaló que la propuesta de modernización laboral del Ejecutivo se hace cargo de mejor manera de la flexibilización que la proposición de la oposición de rebajar a 40 horas semanales la jornada de trabajo.
Las autoras del proyecto que busca rebajar la carga de horas, las diputadas del PC, Karol Cariola y Camila Vallejo, señalaron que la iniciativa del Gobierno atenta contra la calidad de vida de los trabajadores.
En un seminario sobre la conciliación del trabajo y la vida personal, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, expuso que la modernización laboral del Ejecutivo crea herramientas para que el trabajador pueda distribuir su propia jornada laboral, hecho que no haría el proyecto presentado por la oposición que disminuye la jornada laboral a 40 horas semanales.
El ministro enfatizó que su proyecto “quiere crear herramientas para que los trabajadores ganen más tiempo para hacer deporte y estar con la familia. Eso el proyecto del Partido Comunista no lo tiene”.
La diputada del Partico Comunista, Camila Vallejo, refutó las palabras de Monckeberg señalando que la opción de pactar las horas de manera más flexible ya existe en nuestra legislación, por lo que no habría “ninguna novedad”.
Vallejo también instó al Ejecutivo a aprobar su proyecto de ley, el cual ya se está discutiendo en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, enfatizando que su iniciativa garantiza que no haya una sobreexplotación de los trabajadores.
Su compañera de bancada, quien también es autora del proyecto, Karol Cariola, criticó el proyecto de ley presentado por la administración de Sebastián Piñera, señalando que lo único que hace es concentrar más horas de trabajo en menos días.
El lunes, durante la discusión de la iniciativa en la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja, los empresarios mostraron su desacuerdo con la iniciativa que busca rebajar las horas semanales de trabajo.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Manuel Melero, argumentó que -de aprobarse la iniciativa- se podría encarecer la mano de obra, además de destacar las implicancias negativas que ha tenido la economía con la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
