El ex general director de Carabineros, Hermes Soto, aseguró que su predecesor, Bruno Villalobos, mintió en una declaración referida a los gastos reservados.
Soto manifestó lo anterior en abril, al comparecer en calidad de testigo ante la fiscal Patricia Cerda por eventuales irregularidades en la utilización de estos recursos, constató La Tercera.
En esa oportunidad, afirmó que Villalobos tardó cinco días en entregarle la oficina, acusándolo de estar una semana rompiendo documentación.
Al momento de tomar posesión del lugar, según el relato de Soto, le entregaron $18 millones y US$ 60 mil (40 millones de pesos, aproximadamente) de gastos reservados, los que estaban en una caja fuerte.
Tras ello, la persecutora le reveló parte de la declaración que Villalobos emitió en febrero, en la que mencionó que hizo entrega de $50 millones y US$ 80 mil (54 millones de pesos), además que entregó de inmediato la oficina.
De inmediato Soto desacreditó la versión de su exsuperior, añadiendo que 10 minutos después que le entregaron la dependencia, la fiscal María José Aguayo la allanó, incautó un computador y realizó una fijación fotográfica a los gastos reservados.
Soto aseguró que él mismo coordinó dicha diligencia y cree que Villalobos no vio a la fiscal ni se enteró de la fotografía al contenido de la caja fuerte.
Al respecto, Ángel Valencia, abogado de Villalobos, afirmó que “Soto describe una forma de entrega de su oficina por el general (R) Villalobos que no se ajusta a la realidad de los hechos, y estamos confiados en que la investigación así lo acreditará”.
Respecto del monto en gastos reservados, advirtió que su representado se refirió a cifras aproximadas “en base a lo que recordaba”.
Junto con ello, cuestionó que Soto haya estado solo en la oficina. “Cualquier policía competente sabe que si un lugar debe ser allanado, ello debe ocurrir de inmediato, sin que exista posibilidad de que alguien pueda alterarlo (…). La situación sería extremadamente grave”, dijo, asegurando que Villalobos niega haberse apropiado de dinero.
