El presidente Sebastián Piñera presentó este jueves el proyecto de modernización laboral que abre la puerta a jornadas de trabajo más extensas, aunque en cuatro días a la semana. El mandatario descartó que la iniciativa precarice los derechos de los trabajadores, como lo señaló la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

En el patio de Las Camelias del Palacio de la Moneda, el presidente Sebastián Piñera presentó uno de sus compromisos de campaña, el que es el segundo proyecto de la Reforma Laboral prometida por el Ejecutivo, después de la presentación del plan de modernización del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence).

En compañía de parlamentarios oficialistas, de la Democracia Cristiana, asociaciones empresariales y dirigentes sindicales, detalló los tres ejes que contiene la iniciativa de modernización laboral para la conciliación del trabajo, la familia y la inclusión.

Todas las normas de adaptabilidad requieren la voluntad del trabajador, no se puede imponer
- Nicolás Monckeberg, ministro del Trabajo

El proyecto incluye la posibilidad de aplicar una jornada mensual de 180 horas, aunque tanto en esta opción como en un régimen de 45 horas semanales, las horas deberán estar distribuidas en no menos de cuatro días ni más de seis por semana.

Si es aprobado el proyecto, un trabajador podría, por ejemplo, trabajar de lunes a jueves y tener viernes a domingo libre, o mayor carga de lunes a jueves y el viernes retirarse más temprano, lo que pactaría con su empleador.

Además se plantea la posibilidad de jornadas semestrales o anuales –las que en todo caso sólo podrían aplicarse en acuerdos colectivos– y la compensación de horas extraordinarias con más días de vacaciones, entre otras medidas.

Otro de los aspectos es regularizar la protección social de quienes prestan servicios en plataformas digitales y de intermediación, algo que no está zanjado en la actualidad.

Contexto | Sebastián Rodríguez | Agencia UNO
Contexto | Sebastián Rodríguez | Agencia UNO

También se impondrán normas más rigurosas para reforzar la prevención, fiscalización y sanción del acoso laboral y sexual, sumado a un capítulo sobre la inclusión de personas con capacidades diferentes.

En la antesala a su presentación, el proyecto fue catalogado por la CUT como un intento de precarizar el trabajo. Punto que no dejó pasar el presidente Sebastián Piñera durante su discurso de 27 minutos.

“Quiero también enfatizar: nada de lo que está contenido en este proyecto se hace para precarizar los derechos de los trabajadores, que es la reacción automática, inmediata e irreflexiva frente a cualquier intento de modernizar nuestra legislación laboral. Todo lo contrario, este proyecto de ley lo que busca es fortalecer los derechos de los trabajadores, ampliar sus ámbitos de libertad y permitir una mejor incorporación al mundo del trabajo”, aseguró Piñera

El ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, advirtió que de ser aprobado este proyecto no se le puede imponer a los actuales contratos, sino que quedará libre a la decisión de los trabajadores.

Son medidas de una flexibilidad laboral extrema, que no protegen adecuadamente los derechos y las condiciones laborales
- Raúl Soto, presidente de la comisión de Trabajo de la Cámara

“Todas las normas de adaptabilidad requieren la voluntad del trabajador, no se puede imponer. Incluso aquellas que establecen jornadas especiales, como son las jornadas mensuales, o cuatro días de trabajo y tres de descanso, establecen límites diarios. Ningún trabajador va a poder estar trabajando más de 12 horas diarias, incluso si quiere concentrar el trabajo en cuatro días”, afirmó Monckeberg.

“El costo fiscal de este proyecto no es tan significativo desde el punto de vista de los recursos fiscales, pero sí existe. Son mil 200 millones por año, que tiene que ver con la extensión del subsidio al empleo joven”, detalló el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien agregó que no han hecho el cálculo preciso del efecto que podría tener la iniciativa en el empleo, pero que tienen “algunas estimaciones”.

Iniciativa frustrante y “letra chica”

La propuesta del Gobierno no convenció al presidente de la comisión de Trabajo de la Cámara, el democratacristiano Raúl Soto, que calificó la iniciativa como frustrante.

“Si bien creo que el objetivo es legítimo, las medidas anunciadas hoy día no cumplen con ese objetivo. Más bien son medidas de una flexibilidad laboral extrema, que no protegen adecuadamente los derechos y las condiciones laborales”, criticó Soto.

Cristóbal Escobar | Agencia UNO
Cristóbal Escobar | Agencia UNO

La senadora DC, Carolina Goic, si bien se mostró de acuerdo con la idea de legislar al respecto, explicó que se debe leer la llamada letra chica de este proyecto.

“Yo espero que las normas tengan ese sentido, que no nos encontremos en el proyecto con letra chica (…) Además creo que todo lo que hoy día hemos escuchado convive muy bien con un proyecto que está en discusión en el Parlamento, que es cómo reducimos la jornada laboral”, expresó Goic, haciendo referencia a la iniciativa para disminuir las horas máximas semanales de 45 a 40.

El presidente del sindicato de DHL, Juan Carlos Silva, se mostró disconforme con el proyecto del Ejecutivo.

“Son muchas las horas, hay que contar también llegar al trabajo, los altos tacos que se encuentran en este país hoy en día. Entonces de qué estamos hablando, dónde están las mejores condiciones laborales”, manifestó Silva.

El presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Alfonso Swett, evitó hacer un análisis mayor hasta no tener claro el detalle del proyecto, en especial el apartado en que se establece un máximo de 180 horas al mes.

“Lo que nosotros entendemos hoy día es que básicamente se está viendo una jornada por hora. Estamos hablando de 180 horas versus una jornada semanal. (…) Nosotros antes de pronunciarnos de eso queremos leer el proyecto, queremos revisar las minutas, porque la verdad estamos recién informándonos de esto”, dijo Swett.