El pastor Eduardo Durán, cuestionado entre otros motivos por su abultado patrimonio de sobre mil millones de pesos en avalúo fiscal, por ser investigado bajo cargos de lavado de activos, por prolongados conflictos internos en de la iglesia que encabeza y por haber anunciado que se divorciará para casarse por segunda vez con otra pareja tras pasar años separado de su esposa -junto a la cual pasó 40 años-, justificó esta última decisión en la situación de “terrible soledad” que está viviendo.

Así lo hizo en un audio al que tuvo acceso Radio Bío Bío, en que se registra al obispo hablando en la Catedral Evangélica ante las autoridades, predicadores y ayudantes de la Primera Iglesia Pentecostal el pasado miércoles.

En la ocasión, planteó que “la iglesia sabe que hace muchos años no vivo con mi esposa. Ella vive en el mejor lugar de Santiago, yo vivo allá en Isla de Maipo, pero para tranquilidad de ustedes ella seguirá siendo la pastora, nadie le ha estorbado”.

“Le he informado a los hermanos de la junta oficial y también al honorable directorio de la Primera Iglesia de la situación y el deseo mío de arreglar una situación irregular”, explicó, refiriéndose con esto último a los años que ha pasado apartado de su esposa, a quien habría engañado con otra mujer antes de apartarse, sin aún divorciarse oficialmente.

En dicha junta fue que anunció que se divorciaría para contraer segundas nupcias, lo que terminó de gatillar la crisis al interior de la congregación. Sin embargo, Durán defendió su decisión: “quiero que entiendan de una vez por todas que es muy difícil para una persona estar sola, tener que hacer sus propias cosas, planchar su ropa, en fin, hacerse en la mañana un desayuno, qué se yo, tantas cosas, y luego llegar a mi casa, estar solo nuevamente”.

Lamentó, entonces “lo terrible de estar solo, una soledad terrible”, situación que ha “vivido por muchos años”.

Defensa de la doctrina

Calificó todo lo anterior como “una situación personal. A lo mejor cometí errores pero eso se va a solucionar”. Con esto, buscando distanciar sus problemas individuales de su labor como obispo.

“Lo que es la dimensión de la iglesia jamás voy a ir en contra de lo ordenado por Dios en el sentido de la administración de la iglesia, traer una doctrina sana o hacer cosas que nunca se hicieron en la iglesia lo que es el ritual, la tradición de la iglesia, y todo el legado que nos dejaron” los anteriores obispos, aseguró.

Este punto es disputado por sus detractores, fundamentándose en un pasaje bíblico que describe los requisitos que deben tener los obispos. Es en I de Timoteo 3 que se estipula que los obispos deben, entre otras cosas, ser “marido de una sola mujer” (lo que es disputado por su anterior conflicto marital durante el cual no se apartó de sus funciones) y “no codicioso de ganancias deshonestas” ni “avaro” (lo que es cuestionado por su alto patrimonio y el caso de presunto lavado de activos).

Finalmente, también se le cuestiona por el último punto de dicha descripción, por su compleja situación pública: “También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo”.

Sin embargo, Durán ha defendido en múltiples ocasiones que “a mí me colocó el Señor en esta iglesia, yo no lo pedí (…) y si el Señor quisiera intervenir, estoy a su disposición, pero no a la de personas que quieren subvertir el orden eclesiástico que siempre ha existido”.

“Advertencias” contra tomas

Durante la reunión apuntó también contra los rumores -ya concretados- de tomas de los recintos eclesiásticos, y contra los periodistas que habrían “sacado de contexto” una entrevista otorgada por él, tras lo cual aseguró que no dará más entrevistas salvo que su abogado hable por él.

Respecto de las voces que llamaban a este tipo de movilizaciones, “ya informé a la Dirección General de Carabineros, y no voy a permitir absolutamente que nadie se tome los templos que pertenecen al circuito de la catedral evangélica”.

Esto último es discutido por la Iglesia Pentecostal de Chile fundada a principios del siglo XX (distinta de la Primera Iglesia Pentecostal de Chile, fundada por el mismo Durán tras apartarse de la anterior), quienes anunciaron que iniciarán acciones legales para recuperar los templos “ocupados” por Durán tras un conflicto ocurrido en 2012, cuando se le intentó expulsar.

“No voy a renunciar a la obra que me dio el señor, y no lo voy a hacer aunque muchos quisieran, de ninguna manera”, afirmó. “Todos son testigos de que desde que me hice cargo de la iglesia no he faltado un solo día para estar en las labores, muchas veces trabajando hasta horas indeterminadas de la noche y siguiendo mi trabajo en el lugar donde vivo”.

Finalmente, anunció que durante el mismo encuentro haría circular una lista en la que se deberían anotar quienes no quieran seguir bajo su liderazgo, y para que abandonen los templos. Todo esto, indicó, “para que trabajen libremente y sin problemas y nos dejen trabajar acá también a nosotros de la misma forma”.