Frente a la seguidilla de escándalos relacionados con el uso de gastos reservados, especialmente por el fraude fiscal que investiga la justicia con cifras millonarias que involucran al Ejército y a Carabineros de Chile; en el Congreso se discute un proyecto que busca mejorar el sistema de rendición de cuentas del ítem, asignado a distintas reparticiones.

Y aunque dicho proyecto fue aprobado en general por la Comisión de Hacienda de la Cámara, hubo un voto en contra del diputado Pablo Lorenzini, quien cuestionó que en la iniciativa no se entrega un rol relevante al contralor para la fiscalización de esos gastos.

“Si hay ciertas cuesitones de inteligencias, está bien, pero alguien, a lo menos el contralor, debe saber. No como está el proyecto, que le informaría un jefe de servicio”, precisó.

El contralor Jorge Bermúdez también criticó que el proyecto no entregue atribuciones reales a la Contraloría, ya que entre otras cosas no se hace exigible la entrega de documentos de respaldo que acrediten que los gastos reservados se utilizaron para los fines que la ley establece.

Bermúdez llamó a los legisladores a corregir las debilidades del proyecto, puesto que “no cambia mucho la manera global”.

También pidió correcciones el presidente del Consejo para la Transparencia, Marcelo Drago, argumentando que el acceso a la rendición permitirá discriminar entre aquellos usos relacionados con materias de seguridad nacional o inteligencia y otros que de no serlo, deberían ser información de carácter pública.

El proyecto establece que los jefes de servicio de las entidades que manejan este tipo de recursos deberán rendir semestralmente a los subsecretarios del Interior o de las Fuerzas Armadas, y anualmente al Contralor General de la República.

Además, se derogará el concepto de piso mínimo y su monto se determinará en la Ley de Presupuestos de cada año.