El lunes los obispos del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal (Cech) se reunirán -en un encuentro reservado- con el Papa Francisco, para entregar avances sobre el manejo de los casos de abusos sexuales.

Primero, eso sí, el fin de semana llegarán a Portugal a la Fundación Acton, instancia para el estudio de la religión, la libertad y la economía donde realizarían un curso.

La nómina de obispos incluye a dos religiosos indagados como imputados por la arista del encubrimiento de delitos sexuales: el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, y el presidente de la Conferencia Episcopal, Santiago Silva.

También asisten el administrador apostólico de Rancagua y secretario general de la Cech, Fernando Ramos; el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González; y el arzobispo de La Serena, René Rebolledo.

Es el primer encuentro de los obispos desde mayo del año pasado, cuando pusieron a disposición sus cargos, aunque en el transcurso de los meses algunos obispos han asistido a Roma.

El vocero de la Cech, Jaime Coiro, entregó detalles del encuentro y los objetivos que tienen los obispos en este viaje.

Juan Carlos Cruz, víctima del excura Fernando Karadima, cuestionó que existan reales avances en esta materia por parte de la iglesia chilena.

Marcial Sánchez, experto en temas de la iglesia, cuestionó la asistencia de dos obispos indagados y consideró que aparte de dar cuenta al Papa de sus acciones, también le manifestarán su preocupación por la situación actual de sus cargos, donde ya algunos como Fernando Ramos han dicho que esa renuncia ya caducó.

Sánchez reiteró que lo que hicieron los obispos fue poner sus cargos a disposición, algo que no tiene plazos para que el Papa decida sobre sus futuros.