Durante esta mañana, los gendarmes de Osorno -región de Los Lagos- decidieron radicalizar el movimiento luego de la paralización a nivel nacional que comenzó la madrugada del lunes.
Actualmente, son cuatro los gremios representados en los distintos estamentos en la ciudad que se encuentran movilizados.
A raíz de las paralización, los gendarmes del penal de Osorno se tomaron el acceso a la cárcel de la ciudad.
Esto significó que los miembros de la Unidad de Servicios Especiales Penitenciarios no salgan a realizar el resguardo de las distintas audiencias programadas en los tribunales de la zona.
El presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP) en Osorno, José Montecinos señaló que la realidad con la que conviven diariamente justifica más que nada, cada una de las peticiones que han elevado.
Además, también se traduce en que los imputados no podrán ser trasladados a éstas, lo que obligará reagendar la programación de las salas.
Junto con el no resguardo y la prohibición de salida de los imputados, se suma que los funcionarios penitenciarios tampoco permitirían la salida e ingreso de los carros celulares, se encadenaron los accesos y no se recibió el alimento fiscal durante la jornada.
De esta forma, los penales largo del país comienzan a reforzar las medidas de presión a sus demandas que – gobierno tras gobierno acusan- son escuchadas pero no tomadas en cuenta, por lo cual no dejan de sentirse como “el hermano pobre” de las fuerzas armadas.
