El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, aseguró que la gratuidad en la educación superior ha sido muy negativa para los planteles y que pone en riesgo la calidad del sistema.

Por ello, señaló en entrevista con el diario El Mercurio que existe preocupación al interior del Cruch y del G9 y pidió que las autoridades fijen los aranceles regulados con indicadores objetivos.

Lo anterior, argumentando que pese a que han realizado esfuerzos para evitar los riesgos y continuar con los compromisos públicos que las instituciones tienen con el país, el Estado paga sólo el 60% del arancel real, fijando un tope para los deciles superiores.

Además, señaló que más del 70% de los estudiantes -y de ellos el 90% de los más vulnerables- debe alargar sus carreras por las graves brechas académicas que traen consigo, cuestión que, a su juicio, hará insostenible la situación en un par de años.

Para el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Francisco Morales, sería inaceptable que la institución encabece una arremetida en contra de la gratuidad.

En tanto, según el rector Sánchez, actualmente el plantel tiene un déficit de 1.500 millones de pesos anuales en los últimos 3 años, lo que ha retrasado las inversiones; algo que se verá agravado cuando el Estado deje de financiar a los estudiantes que se atrasen en sus carreras y podría significar un déficit de 3 mil millones de pesos anuales.