A solo nueve días para conocer el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) respecto a la demanda boliviana para negociar una salida al mar, las reuniones de coordinación entre el Gobierno y distintas autoridades se transformaron en una constante.

La intención del Ejecutivo es poder aunar posturas y que al momento de conocerse el fallo exista una sola voz, lo que fue valorado desde la oposición, anunciando que se sumarán.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Juan Pablo Vidal, aseguró que existe un clima de tranquilidad, sin embargo, criticó la falta de claridad tanto en el Gobierno como el oficialismo para aclarar que la permanencia en el pacto de Bogotá no está en cuestionamiento.

“Me preocupa que no haya claridad absoluta. La permanencia es importante y necesaria”, manifestó.

Dicha postura no la comparte el senador y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, Ivan Moreira, quien ha planteado en más de una oportunidad que Chile necesita salir de este acuerdo internacional para no estar a la merced de nuestro vecinos frente a discordias limítrofes.

“Es el Presidente el que tiene que resolver si Chile sigue participando”, manifestó.

“No estoy de acuerdo con ninguna postura que varíe la política fundamental de Chile en materia internacional”. Así de tajante fue el exagente chileno ante la Corte de La Haya y actual senador José Miguel Insulza frente a esta discusión.

El parlamentario aseguró que sea cual sea la sentencia de la Corte, el único que va a perder en esta situación será el presidente Evo Morales.

El 1 de octubre, los 16 magistrados de la CIJ entrarán al Salón de la Paz dentro del palacio, donde darán lectura del fallo en esta causa, cerrando así cinco años de litigios entre Chile y Bolivia.