Tras 7 años del accidente de los mineros en la mina San José, el Tercer Juzgado de Letras de Copiapó acogió la demanda presentada por el Consejo de Defensa del Estado (CDE) y declaró disuelta la fundación “Los 33 de Atacama”: creada para preservar la historia del suceso, valoración de la mina, uso turístico y administración del museo conmemorativo.

Lo anterior se realizó a través de la cancelación de la personalidad jurídica de la organización que presidía Luis Urzúa Iribarren; uno de los líderes del grupo de mineros rescatados.

La principal razón tras la disolución de la fundación, según Urzúa, es la ausencia de reuniones del directorio de esta, sin lograr comprobarse su constante actividad. Pero lo cierto es que los problemas comenzaron mucho antes, en 2014, cuando los mineros Samuel Ávalos y Mario Sepúlveda acusaron a Urzúa de no rendir cuentas y no hacer pública la destinación de fondos.

Al respecto, el exlíder de la fundación se mostró triste por la decisión de la Justicia: “Me da mucha pena todo esto porque la fundación era lo único que nos garantizaba respeto y dignidad a quienes hemos dado tanto para este país. Yo solo quería hacer una fundación para agrupar y velar por el bienestar de todos quienes vivimos uno de los accidentes más graves en la historia de la minería mundial, pero nadie nos tomó en cuenta”, comentó a diario La Segunda.

Sin embargo, Urzúa acusa “manos negras” en el proceso que terminó con la disolución de “Los 33 de Atacama” y asegura que todavía quedan posibilidades de crear una nueva fundación.

“No alcanzamos a hacer nada porque al primer año de funcionamiento, nos comenzaron a atacar. Yo busqué apoyo con abogados y con el Ministerio de Justicia, que se comprometió a ayudarme, pero a poco andar acudieron al Consejo de Defensa del Estado para que nos demandara. Acá hubo manos negras“.