Pasaba cinco horas todos los días maquillándose para lucir más femenina, hasta que se cansó y prefirió gastar 30 millones de pesos (chilenos) en una operación para feminizar su rostro. Esta es la historia de Stephanie Luciana Peloza (conocida como Stef Sanjati), una mujer transgénero de 20 años que ha ganado popularidad en redes sociales por su caso, sinceridad y particular belleza.
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No le gustaba lo que veía en el espejo: no se sentía identificada. Así se manifestaba Stef en sus cuentas de youtube, instagram y twitter, antes de someterse a una costosa operación que la ayudaría a sentirse mejor.
Las horas de maquillaje y edición de foto no la hacían feliz. “Cuando despertaba y me miraba en el espejo, era como presionar ‘reset’. Perdía todo el progreso, yendo hacia atrás”, señaló al portal británico Daily Mail.
“Es muy frustrante no ver en el espejo lo que ves en tu cabeza”, confesó Stef, quien admitió que era muy tortuoso pasar horas maquillándose y editando las imágenes para verse como ella quería.
De esta forma, la joven oriunda de Toronto (Canadá) logró operarse, compartiendo imágenes de ella antes, durante y después de la operación a sus seguidores.
Antes de la operación:
Horas/días después de la operación:
Dos semanas y media tras la operación:
Here are some more before/ 2-3 weeks after FFS comparison photos – still a lil swollen in my chin, but still happier than I've ever been 💛 pic.twitter.com/o1uk1vP8vP
— Stef Sanjati (@stefsanjati) 4 de enero de 2017
Para pagar la operación, Stef recaudó dinero en internet con el sitio Go Found Me, recaudando 21 millones de pesos (chilenos). “Me siento feliz y agradecida”, dijo luego de visibilizar los resultados de la intervención quirúrgica.
Un lento tránsito de género
Desde que era pequeña, Stef sabía que había nacido en un cuerpo que no la representaba. Es por ello que comienza su historia junto a una imagen de ella en su niñez.
Cuando tenía 17 años abrió su canal en Youtube, que suma cerca de 400 mil suscriptores. Por este medio, la joven ha mostrado su transformación física, tanto de maquillaje, consumo de estrógenos y todos los cambios que derivan de ello.
“Me gusta compartir la experiencia con todos ustedes, porque las personas pueden aprender acerca de las cirugías de tránsito de género y lo que significan para las personas trans”, cuenta.
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“Mi operación es mucho más que un cambio de nariz. Es algo más grande”, admite y continúa: “tiene relación con el reconocimiento de sí mismo y sentirse con ganas de salir a la calle y vivir”.
Sanjati cuenta que aún tiene algunas zonas de su rostro inflamadas tras la operación, pero que se siente conforme con el cambio y que espera una pronta reasignación de género. “Estoy feliz”, expresa.
