Un estudio publicado este jueves estableció un vínculo entre la toma de antidepresivos durante el embarazo y un mayor riesgo de autismo en el bebé, aunque los expertos aseguraron que dicha relación no es “alarmante”, porque la probabilidad es baja y otros factores podrían influir en la aparición del trastorno.

Según el estudio publicado en la revista médica BMJ, “los niños expuestos a antidepresivos durante el embarazo parecen tener un leve riesgo adicional de autismo”.

Los investigadores afirman, no obstante, que “el riesgo es limitado y que esos resultados no deben considerarse como alarmantes”.

El estudio llevado a cabo por la universidad de Bristol en Reino Unido se basa en los datos de 254.000 suecos de entre cuatro y 17 años. Sus resultados muestran que el 4,1% de los 3.300 niños cuyas madres tomaban antidepresivos durante el embarazo son autistas.

Ese porcentaje es del 2,9% para los niños cuyas madres tenían antecedentes psiquiátricos pero no tomaron antidepresivos durante el embarazo.

Aunque el estudio señala un vínculo entre la toma de antidepresivos durante el embarazo y el autismo del niño, no permite demostrar una relación de causa y efecto.

“Es posible que el riesgo más elevado de autismo se deba a los medicamentos, pero también puede explicarse por los trastornos por los que se prescribieron dichos medicamentos” a la madre, explicó un experto independiente, el profesor Ian Jones (universidad de Cardiff), quien comentó el estudio para el Science Media Centre (SMC).

“El hecho de que exista una asociación entre los dos fenómenos no demuestra que haya una relación de causalidad y puede haber muchas otras explicaciones”, coincide otro investigador independiente, el doctor Michael Bloomfield, también citado por el SMC.

Según varios expertos citados por el SMC, se necesitan varias investigaciones para explorar otras pistas, entre ellas el patrimonio genético de la madre o el nivel de gravedad de su depresión.