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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Canadá decide en elecciones legislativas federales su futuro con Estados Unidos, marcadas por la amenaza de Trump de anexión y guerra comercial. El candidato favorito, Mark Carney, lidera encuestas por su imagen de competente gestor. Clima electoral discreto sin grandes mítines callejeros. Uno. 7,3 millones votaron anticipadamente en tanto que el atropello masivo en Vancouver alteró la campaña. Trump influye en preferencias, revirtiendo ventaja conservadora. La retórica expansionista de Trump eclipsa otros temas.

Las elecciones legislativas federales que este lunes deciden el futuro inmediato de Canadá tienen en esta convocatoria una importancia existencial, puesto que van a marcar una nueva relación con su único vecino, Estados Unidos, y su impulsivo presidente Donald Trump, que les ha declarado la guerra comercial y amenaza incluso con anexionarse el país.

Sin embargo, el ambiente electoral que puede verse es menor comparado con cualquier otro lugar: no hay grandes murales con los rostros de los líderes políticos, ni caravanas de los partidos pidiendo ruidosamente el voto por las calles; los principales candidatos no prodigan sus mítines y sus apariciones públicas, en lugares pequeños, se producen a cuentagotas.

Es cierto que el candidato favorito, el liberal Mark Carney, no anda sobrado de carisma ni tiene el magnetismo necesario para seducir a las masas: si ahora encabeza las encuestas de intención de voto es porque su imagen de eficiente banquero -ha presidido el Banco de Canadá y el de Inglaterra en momentos distintos- le dan un aura de competente gestor.

No es que a los canadienses no les importen estos comicios: al contrario, cuando se les pregunta espontáneamente, todos reconocen que estas elecciones son como ninguna anterior y que el país va a entrar en una nueva era de incertidumbres y peligros ante las amenazas llegadas del sur.

Diana Fox Carney, esposa Mark Carney, en  un mitin en Mississauga
Diana Fox Carney, esposa Mark Carney, en un mitin en Mississauga | EFE

Y así, 7,3 millones de ciudadanos, lo que equivale a la cuarta parte del censo electoral, han depositado su voto cinco días antes de los comicios, un récord en la historia del país.

Si hay una palabra que todo el mundo repite para definir el momento actual es la de “temor” o incluso “terror” ante el futuro: a bancarrotas de empresas o sectores enteros, a despidos masivos, a subidas de precios o a los apetitos expansionistas de Donald Trump.

“¿Qué le espera a mi hijito?”, se pregunta en voz alta una madre joven con su bebé que pasea por Montreal. “El presente me trae pocas certezas, pero hay una cosa que seguro sí sé: ¡que no me voy a convertir en estadounidense!”, añade.

Y ese sentimiento de temor se está contagiando incluso a los residentes que no pueden votar, por ser inmigrantes que no llevan suficiente tiempo en el país. Preguntados por EFE, inmigrantes de México, de Argelia o de Haití sienten ahora miedo a no poder completar su proceso de regularización en el país.

Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador de Canadá y de la oposición
Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador de Canadá y de la oposición | EFE

Las palabras de Carney abonan sus temores: ha prometido limitar la cifra de inmigrantes permanentes por debajo del 5%, y el de residentes permanentes a menos del 1%.

Además, desde mediados de 2024 el Gobierno canadiense empezó a retocar sus normas migratorias para reducir el número de residentes temporales, lo que supondrá que en 2025 hasta 2 millones de personas tengan que abandonar el país.

Es fácil preguntarse cómo hará tal cosa cuando la Canadá contemporánea se ha construido gracias a la inmigración masiva de asiáticos, de magrebíes o de latinoamericanos que ocupan ahora barrios enteros de las grandes ciudades y constituyen la mano de obra no calificada necesaria para prácticamente todos los sectores de la economía.

Pero el miedo a la crisis ya no es solo teórico: una magrebí llamada Soumaya y que trabaja en el sector energético cuenta a EFE cómo su empresa ha empezado a despedir a parte del personal tras declararse la guerra arancelaria. Ella misma, que está en plenos trámites para lograr su permiso de residencia permanente, se pregunta qué será ahora de su futuro tras haber construido una vida en Canadá durante ocho años.

Cerca de 28 millones de canadienses convocados para las legislativas

Alrededor de 28 millones de canadienses están convocados a las urnas para elegir los 343 diputados de la Cámara Baja, que decidirán quién es el próximo primer ministro del país y el encargado de negociar con Donald Trump la nueva relación entre Canadá y EE.UU.

Las últimas horas de la campaña electoral han quedado alteradas por el atropello masivo de la noche del sábado en la ciudad de Vancouver (la tercera ciudad en población de Canadá y situada en la costa del Pacífico) que causó la muerte a nueve personas y dejó decenas de heridos.

El incidente se produjo en una concurrida calle de Vancouver en la que la comunidad filipino-canadiense celebraba el festival Lapu Lapu. El supuesto autor del atropello, un hombre de 30 años que según todas las indicaciones embistió de forma voluntaria a la multitud, está bajo custodia policial.

Las autoridades canadienses han indicado que están seguras en estos momentos que el atropello no fue un acto terrorista pero siguen investigando las motivaciones.

El efecto que el atropello masivo pueda tener en la importante provincia de Columbia Británica, en la que se sitúa Vancouver, y el resto del país, es difícil de predecir.

Carney tenía previsto terminar la jornada, y su campaña electoral, en Columbia Británica con una parada primero en Vancouver y luego en Victoria. No obstante, su equipo dijo el domingo que al menos el acto ha sido suspendido ante el atropello masivo.

El tercer partido federal, el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), también anunció la cancelación de los actos que su líder, Jagmeet Singh, tenía previsto en Vancouver.

Precisamente Singh estuvo presente en el festival Lapu Lapu pero dejó el festival 10 minutos antes del ataque.

Hasta la tragedia del sábado, la campaña electoral estuvo marcada por el impacto que Trump ha tenido con su guerra comercial, que afecta especialmente a Canadá, y sus amenazas de anexión del país.

Pero el efecto de Trump, y de aliados como el empresario Elon Musk, ha sido el opuesto al que el líder republicano ha tenido en comicios como los celebrados en los últimos meses en otros países y que han visto un aumento del voto de extrema derecha.

Imagen de archivo del primer ministro canadiense Mark Carney
Imagen de archivo del primer ministro canadiense Mark Carney | EFE

Las amenazas de anexión han provocado un vuelco en las encuestas a favor del gobernante Partido Liberal y su líder, que está aglutinando el voto de rechazo a las palabras de Trump, y ha hundido las opciones del conservador Pierre Poilievre, cuyas políticas y populismo se asemejan a las del presidente estadounidense.

En enero, Poilievre tenía una ventaja de 27 puntos sobre los liberales y se encaminaba a una apabullante victoria electoral.

Cuando Carney convocó elecciones anticipadas a mediados de marzo, su Partido Liberal ya estaba por delante de los conservadores y los sondeos pronosticaban el mejor resultado de la historia para los liberales.

Trump también es la causa de que un número récord de personas, 7,3 millones de personas, hayan depositado ya su papeleta en la votación anticipada celebrada hace una semana.

La última encuesta dada a conocer el sábado por la firma Nanos Research coloca al Partido Liberal con un 43% de votos, el Partido Conservador un 38,9%, el NPD un 6,1 % y el soberanista Bloque Quebequés (BQ) un 6,1%.

Las medidas de Trump han arrinconado las otras preocupaciones que habían elevado a los conservadores en las encuestas: el elevado coste de la vida, la carencia de viviendas asequibles y el astronómico aumento de la migración, especialmente residentes temporales.

Fotografía de propaganda electoral del candidato a la Cámara de los Comunes de Canadá, el conservador Steve Shanahan
Fotografía de propaganda electoral del candidato a la Cámara de los Comunes de Canadá, el conservador Steve Shanahan | EFE

Pero todos estos temas han quedado sepultados por la retórica expansionista de Trump y muchos canadienses, de todas las tendencias políticas, consideran que en estas elecciones lo que está en juego es la existencia del país.

Ante esta realidad y las particularidades del sistema electoral canadiense, conocido como escrutinio mayoritario uninominal, el análisis de la radiotelevisión pública canadiense, CBC, señal que los liberales de Carney obtendrán 191 escaños, los conservadores 123, el BQ 23, el NPD 5 y el Partido Verde 1.

En el escrutinio mayoritario uninominal (en inglés first-past-the-post), el país está dividido en circunscripciones, en el caso de Canadá 343. Cada circunscripción envía un diputado al Parlamento canadiense. Y el diputado de la circunscripción es el que obtiene al menos un voto más que el siguiente candidato.

De esta forma, no importan los votos totales que un partido recibe. En las pasadas elecciones, celebradas en 2021, el Partido Conservador recibió 5,7 millones de votos, más que el Partido Liberal, que tuvo 5,5 millones.

Pero el voto conservador se concentró en el oeste de Canadá, donde hay menos circunscripciones, por lo que los liberales consiguieron una mayoría simple de diputados: 160 por 119 de los conservadores.

El sistema también favorece a un partido regionalista como el BQ que recibió 1,3 millones de votos pero ganó 32 diputados. En comparación, los 3 millones de votos que consiguió el NPD solo le otorgaron 25 diputados.