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El Papa Francisco pidió disculpas luego de sus polémicos dichos sobre el ingreso de seminaristas homosexuales. Según el Vaticano, el Sumo Pontífice no tuvo la intención de ofender ni ser homofóbico al mencionar que "ya hay demasiado mariconeo" en una reunión privada con obispos italianos. Se disculpó por el término utilizado y reafirmó que en la Iglesia hay lugar para todos. Medios italianos revelaron que sus palabras generaron sorpresa y risas incrédulas entre los presentes.

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El Papa Francisco “pidió disculpas”, según afirmó el Vaticano, luego del revuelo que generaron sus dichos sobre el ingreso de seminaristas homosexuales. “Ya hay demasiado mariconeo”, había afirmado en una reunión privada.

“El Papa nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homofóbicos, y pide disculpas a quienes se sintieron ofendidos por el uso de un término, como se ha informado”, señaló el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.

Esto, tras ser consultado por los periodistas sobre el revuelo que desató el lunes la palabra utilizada por el Sumo Pontífice.

“El Papa Francisco está al tanto de los recientes artículos sobre una conversación a puerta cerrada con los obispos de la CEI (Conferencia Episcopal Italiana)”, sostuvo.

“Como ha afirmado en numerosas ocasiones: ‘¡En la Iglesia hay lugar para todos, para todos! Nadie es inútil; nadie sobra; hay lugar para todos. Tal como somos, todos nosotros"”, puntualizó.

Recordemos que medios italianos revelaron el lunes que el líder de la Iglesia Católica había aseverado que ya hay “demasiado mariconeo” durante una reunión privada en la asamblea de la Conferencia Episcopal Italiana en la que se debatía la admisión de homosexuales en los seminarios.

De acuerdo a portales como Corriere della Sera y Repubblica, el Papa utilizó esta expresión el pasado lunes 20 de mayo durante un encuentro a puertas cerradas que mantuvo con los obispos italianos que llegaron a Roma para la asamblea general.

Para mostrar su rechazo, el Papa utilizó el término‘frocciagine’, una expresión despectiva en italiano, que no es su lengua materna.

Según los obispos entrevistados por Corriere, era evidente que el Sumo Pontífice no era consciente de lo ofensiva que resulta la palabra. Los presentes reaccionaron con algunas risas incrédulas.