La cumbre del G7 en Cornualles (suroeste de Inglaterra) ha comenzado este viernes y con ello ha puesto fin a más de un año sin grandes reuniones globales por causa del estallido de la pandemia de la covid-19.

El primer ministro británico, Boris Johnson, tomó la palabra para dar la bienvenida a los dirigentes de las siete economías más desarrolladas, más la Unión Europea (UE), que deberán dar respuestas a algunos de los problemas más acuciantes del planeta, desde la vacunación al cambió climático.

Los líderes estarán reunidos en un hotel y un castillo de Cornualles hasta el domingo, con el presidente estadounidense, Joe Biden, como gran novedad entre los presentes.

Al inaugurar la reunión de líderes en Carbis Bay, en el suroeste de Inglaterra, el anfitrión de la cumbre aseguró que es esencial lograr un futuro más equitativo para el mundo. “Tenemos que asegurarnos de que al recuperarnos reconstruimos mejor. Tenemos una enorme oportunidad de hacerlo como G7”, afirmó.

“Necesitamos aprender de la pandemia, asegurarnos de que no repetimos algunos de los errores que sin duda hemos hecho en los últimos 18 meses”, señaló Johnson ante los dirigentes de las democracias más desarrolladas del mundo.

Y agregó que los países tampoco pueden permitirse cometer los mismos fallos que en la gran recesión de 2008, “cuando la recuperación no fue uniforme por todas las partes de la sociedad”.