El jefe de la ONU para Medio Ambiente, Erik Solheim, renunció este martes a su cargo debido a cuestionamientos derivados de una auditoría que determinó gastos excesivos en sus viajes.

Solheim, exministro de Medio Ambiente de Noruega, estaba al frente del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con sede en Nairobi, Kenia, desde junio de 2016.

Una auditoría interna del organismo descubrió que Solheim había gastado casi 500.000 dólares en viajes y que realizó gastos injustificados en un momento en que el organismo mundial está luchando contra la reducción de su presupuesto.

Además, sus continuos viajes generaron acusaciones de que mostraba poca consideración por el medio ambiente y se esforzaba poco, personalmente, para reducir las emisiones de carbono generadas con sus traslados en avión.

La renuncia de Solheim se produce poco antes de las conversaciones cruciales que se iniciarán en Polonia el 2 de diciembre sobre la implementación del acuerdo climático de París.

En su cuenta de Twitter, el exdirectivo dijo estar triste de dejar el órgano ya que juntos “han logrado muchas cosas. Continuaré apoyando la causa del medio ambiente”, escribió.