El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se reunió este lunes con el papa Francisco en el Vaticano, donde lo invitó a visitar su país.

Pero la invitación de Trudeau no era para que Francisco hiciera una visita meramente protocolar, sino que lo convidó a su país, para que pidiera disculpas a niños indígenas, que fueron víctimas de abusos en residencias administradas por la Iglesia Católica.

“Le dije [al Papa] lo importante que es para los canadienses ir hacia una verdadera reconciliación con los pueblos indígenas y enfaticé lo mucho que podría ayudar que emitiese una disculpa“, explicó Trudeau.

Según publica diario El País de España, cerca del 30% de los niños indígenas de Canadá (unos 150 mil), fueron llevados a residencias administradas por la Iglesia Católica.

Lugares ideados como centros educativos en un principio, pero que terminaron siendo parte de campaña para erradicar a la población nativa y donde muchos menores de edad fueron abusados física o sexualmente.

Estas residencias escolares fueron instauradas a fines del siglo XIX y la última cerró sus puertas en 1996, e incluso obligó al gobierno de Canadá a pedir perdón a los pueblos aborígenes en 2008 y en 2015 calificó esta práctica como un “genocidio cultural”.

Algunos sobrevivientes han relatado que sufrieron distintos abusos físicos, psicológicos y sexuales por el sólo hecho de hablar en su lengua nativa, además de amenazas a quienes no se convirtieran al cristianismo.