“Un intento de mostrarles lo que ocurrió ese día”, con esas palabras Dylan Collins, periodista de AFP con base en Beirut, explica en un impactante video el brutal ataque que sufrió junto a un grupo de colegas por parte de un tanque del Ejército israelí hace poco más de un año en una localidad del sur del Líbano, cercana a la frontera con el Estado judío. Tanto el profesional de prensa como una de sus compañeras clama por justicia hasta la fecha.
Corría el 13 de octubre del 2023, cuando Collins formaba parte de un grupo de siete periodistas en la aldea fronteriza del sur del Líbano, Al-Mashghara.
Entre ellos se encontraba la camarógrafa de AFP, Christina Assi, con quien se dirigió a eso de las 6 de la mañana hacia la zona “para lo que parecía ser solo otra asignación”.
“El sol brillaba, y ambos llevábamos camisetas blancas, como si hubiéramos combinado sin planearlo. Escuchamos música durante el camino, disfrutando de las vistas serenas”, recuerda la mujer.
Sin embargo, hasta ese momento ninguno se imaginaba el fatal ataque que un tanque israelí perpetraría contra ellos en menos de 40 segundos.
Como resultado de dicha ofensiva, murió el periodista de Reuters, Issam Abdallah, mientras que la fotógrafa resultó herida gravemente, sufriendo la amputación de su pierna derecha, mientras que el resto de periodistas también quedaron con heridas de diversa consideración.
“En un instante, Israel se llevó mi pierna, a mi mejor amigo y destrozó la vida que una vez conocí. Ahora, un año después, todavía me encuentro teniendo que explicar, justificar, como si nuestro sufrimiento necesitara validación”, detalla Assi.
VIDEO: el relato del periodista Collins tras fatal ataque de tanque israelí
A través de un video del Comité de Protección a Periodistas (CPJ) –compartido por Christina Assi– que recopila los registros logrados esa tarde, Dylan Collins relata y muestra parte del fatídico episodio vivido ese día.
“Aquí (en un minuto del video) se ve a mi colega, Christina Assi, llegando a Al-Mashghara, donde pasamos casi una hora filmando el humo en el otro lado de una colina distante, cerca de la frontera del Líbano con Israel“, describe.
En ese sentido, precisa que “en esa posición, estábamos a unos dos kilómetros de la frontera, significativamente alejados del humo”.
“Durante la próxima hora, filmamos el humo que se elevaba junto con colegas de Al Jazeera y Reuters. Teníamos tres transmisiones en vivo emitiéndose hacia tres agencias internacionales de noticias“, agrega.
Collins subraya: “Los siete periodistas estábamos claramente identificados como miembros de la prensa. Llevábamos chalecos antibalas y cascos. Éramos visibles para múltiples posiciones militares israelíes a lo largo de la frontera, tanto al este como al oeste”.
“También éramos visibles para los drones israelíes que constantemente zumbaban por encima de nosotros. Un análisis de audio de mi metraje de ese día muestra que un dron israelí nos sobrevoló al menos 11 veces en los últimos 25 minutos antes de que fuéramos alcanzados“, resalta.
“Estábamos en una colina abierta. El ejército israelí sabía que estábamos allí desde el momento en que llegamos. Pensábamos que ser visibles nos protegería“, añade.
No esperaban ser atacados por ninguna circunstancia, sin embargo: “El primer disparo del tanque israelí nos alcanzó a las 6:02 p.m. y llegó de la nada”.
“Fui lanzado hacia atrás por la fuerza del impacto e inmediatamente escuché a mi colega Christina gritar pidiendo ayuda. Corrí hacia ella y vi las devastadoras heridas en sus piernas”, detalla.
Tanque israelí atacó dos veces en menos de 40 segundos
Collins “sabía que tenía que colocar torniquetes en ambas piernas (de su colega) o se desangraría. Me arrodillé, sujeté su pierna derecha y comencé a deslizar un torniquete hacia su rodilla”.
Pero estos intentos fueron frustrados en menos de un minuto. Un segundo disparo los alcanzaría antes de que Dylan pudiera ajustar el torniquete en la pierna de Christina.
“El segundo ataque ocurrió solo 37 segundos después del primero y a pocos metros de su punto de impacto. Más tarde supimos que nuestro colega Issam murió instantáneamente en el primer ataque al recibir el impacto completo de la explosión. Los otros cinco periodistas resultaron heridos en el segundo ataque”, lamenta.
Investigaciones revelan que “ataques fueron deliberados”
Por lo anterior, el periodista explica que al menos cuatro investigaciones independientes sobre los ataques que sufrieron ese día -realizadas por AFP, Reuters, Amnistía Internacional y Human Rights Watch— revelaron que “Issam y Christina fueron alcanzados por proyectiles de tanque estabilizados por aletas de 120 milímetros fabricados por Israel”.
Asimismo, sostiene que “los ataques fueron deliberados y dirigidos. Ocurrieron con solo 37 segundos de diferencia y a unos pocos metros de distancia”.
“En un informe posterior, Reuters descubrió que la misma tripulación del tanque nos disparó con un arma calibre .50 durante casi dos minutos después de los impactos de los proyectiles, demostrando que el ataque tenía como objetivo eliminar a todo el grupo“, asevera.
Del mismo modo, recalca que “una investigación realizada por la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU, mostró que no hubo intercambio de disparos en la frontera durante más de 40 minutos antes de que fuéramos atacados“.
“Un mes después, periodistas que trabajaban para Al-Manar fueron asesinados en un ataque doble muy similar en la frontera: el camarógrafo Mahmoud Yassin y el corresponsal Ali Shuaib murieron en ese ataque”, detalló.
“Nada traerá de vuelta a nuestro amigo Issam. Y es posible que Christina nunca vuelva a caminar igual. Desde este ataque, más de 100 periodistas han sido asesinados en ataques israelíes, la gran mayoría de ellos periodistas palestinos en Gaza”, advierte Dylan Collins.
Por ello, hizo un llamado a “usar esta abrumadora cantidad de pruebas para empezar a obtener justicia” en nombre de las víctimas de estos ataques.
“La máquina de matar sigue funcionando”
Hasta la fecha, Christina Assi asegura que “nadie ha asumido la responsabilidad. La máquina de matar sigue funcionando, silenciando a periodistas y enterrando la verdad. ¿Y todo esto para qué? ¿Cuánto más podemos soportar mientras el mundo mira hacia otro lado? La injusticia prospera en el silencio, y ellos lo saben”.
“Los periodistas extranjeros me preguntan si soy feliz. ¿Cómo podría serlo? Mi alma está destrozada. ¿Cómo puedo dormir cuando veo a colegas y civiles siendo asesinados en vivo por televisión? ¿Cómo puedo encontrar alegría cuando todo en lo que alguna vez creí resultó ser una mentira?”, critica.
En ese contexto, afirmó que “nunca había sentido una ira como esta antes. Estoy enojada con el mundo. Enojada con la comunidad internacional que nos ha traicionado. Se nos pide que guardemos silencio frente a nuestro dolor. Pero, a pesar de todo, aún mantenemos nuestra tierra, nuestros recuerdos y nuestra dignidad”.
Otros ataques israelíes recientes contra periodistas en Líbano
A fines de octubre, al menos tres periodistas que cubrían la ofensiva israelí en Líbano murieron en un supuesto bombardeo del Ejército de Israel contra su residencia en la ciudad libanesa de Hasbaya, al sur del país, según informaron en aquella oportunidad la cadena Al Jazeera y la Agencia Nacional de Noticias de Líbano.
La residencia atacada acogía a otros 18 periodistas de siete medios de comunicaciones libaneses y árabes, según señaló el ministro de Información libanés, Ziad Makary.
Asimismo, recordó que “durante los últimos meses no dejaron de cubrir las noticias sobre el terreno y transmitirlas para revelar los crímenes” cometidos por Israel en el país mediterráneo.
Las víctimas fueron identificadas como Ghasan Nayar, Mohamed Reda y Wisam Qasem, todos ellos trabajadores de los canales de televisión libaneses Al Mayadeen y Al Muen.
El Ministerio de Salud Pública libanés afirmó que dicho bombardeo hirió también a otros tres reporteros.
Cabe mencionar que las hostilidades entre el Ejército israelí y Hezbolá comenzaron desde el 8 de octubre de 2023, cuando los chiíes iniciaron ataques con cohetes, drones y misiles “en solidaridad” con Gaza.
El conflicto escaló a finales de septiembre de este año, cuando Israel intensificó sus bombardeos y ataques contra altos cargos de Hezbolá, y el 1 de octubre emprendió una invasión terrestre en el sur del país.
Desde entonces han muerto cerca de 3.000 libaneses -Israel asegura que más de un millar son milicianos-, mientras que del lado israelí han muerto unas 60 personas, 28 de ellos civiles.
No solo en la frontera del Líbano, también Gaza
Por otro lado, según Reporteros Sin Fronteras (RSF), en lo que respecta a la guerra en Gaza, desde el 7 de octubre de 2023 tras el ataque de Hamás a Israel, al menos 145 periodistas palestinos han muerto en el enclave.
Para RSF, Palestina se ha convertido desde entonces en el “lugar más peligroso para ejercer el periodismo”.
“Al menos 35 han sido asesinados en el ejercicio de sus funciones por el Ejército israelí”, señaló a EFE, Elena García, portavoz de RSF, quien adelantó que han sido admitidos al menos cuatro casos por crímenes de guerra contra periodistas que la organización presentó ante la Corte Penal Internacional (CPI).