Estados Unidos no pudo repeler el ataque de un dron contra sus tropas en Jordania, en el que murieron tres soldados, al confundir el aparato con uno de los suyos que en ese momento estaba regresando a la base militar, informaron medios estadounidenses.

El diario The Wall Street Journal apuntó que el regreso previsto del dron estadounidense provocó la confusión a la hora de determinar si ese otro aparato era “amigo o enemigo”.

El ataque tuvo lugar el domingo y ha sido reivindicado por la Resistencia Islámica en Irak, agrupación de milicias respaldadas por Irán que ha perpetrado más de un centenar de ataques contra tropas estadounidenses estacionadas en Irak y en Siria desde el estallido de la guerra en la Franja de Gaza el pasado 7 de octubre.

Hay versiones diferentes sobre su ubicación exacta: Estados Unidos afirma que ocurrió en una base militar en el noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria.

Sin embargo, el Gobierno jordano sostiene que se produjo fuera de su territorio y se dirigió contra una base estadounidense en Siria.

Una fuente estadounidense citada por The Wall Street Journal apuntó que Estados Unidos aún no ha encontrado pruebas de que ese ataque del fin de semana, en el que hubo al menos 34 heridos, fuera dirigido por Irán.

Desde la Casa Blanca se ha prometido que habrá respuesta. “Tal y como hemos hecho en el pasado, se dará en el momento y la forma de nuestra elección”, dijo el lunes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.

“Haremos lo que tengamos que hacer”, agregó en una entrevista en la cadena MSNBC.

Naser Kananí, portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, declaró que su país no está implicado “en las operaciones de los grupos de la resistencia en la región”, tal como aseguran EE.UU y Reino Unido.

“Estas afirmaciones se realizan con objetivos políticos específicos para revertir las realidades de la región y están influenciadas por terceras partes, incluido el régimen sionista (Israel) asesino de niños”, dijo Kananí.