Hamás anunció una reconciliación con Siria durante su primera visita al país árabe desde que hace una década rompiera relaciones con Bachar al Asad, a raíz de las revueltas populares iniciadas en 2011 contra Damasco.

El movimiento islamista palestino Hamás anunció este miércoles el restablecimiento de sus relaciones con el mandatario sirio, Bashar al Asad, más de diez años después de haberlas roto al inicio del levantamiento popular en Siria.

“Es un día de gloria, un día importante, en el que restablecemos nuestra presencia en Siria y reanudamos el trabajo conjunto” con Damasco, declaró Jalil Hayya, jefe de la oficina de relaciones árabes e islámicas de Hamás.

Hayya hizo su declaración en una rueda de prensa, tras un encuentro con el presidente sirio, que lo recibió como parte de una delegación de facciones palestinas.

Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, era uno de los aliados palestinos más cercanos de Asad, pero su relación se deterioró tras el inicio del levantamiento popular en Siria en 2011.

El movimiento palestino criticó la represión del régimen sirio, y su entonces líder, Jaled Meshaal, abandonó Damasco en 2012 para instalarse en Catar.

Según un alto responsables de Hamas consultado por Agence France-Presse, el movimiento islamista se dispone a reabrir una oficina de representación en Damasco, como “primera etapa con vistas al restablecimiento de las viejas relaciones”.

“Estamos de acuerdo con el presidente en que hay que pasar página y mirar adelante”, añadió Jalil Hayya.

Hezbolá, el mediador

La visita a Damasco se produjo semanas después de que Hamás anunciara su voluntad de restablecer las relaciones con el poder sirio, “a la luz de las rápidas evoluciones regionales e internacionales relacionadas con nuestra causa”, una referencia implícita al acercamiento entre Israel y varios países de la región, como Bahréin y Emiratos Árabes Unidos.

La delegación de Hamás llegó a Siria tras pasar por Argelia, donde 14 facciones palestinas, entre ellas Hamás y el movimiento laico Fatah, divididas desde hace más de 15 años, firmaron el pasado jueves un nuevo acuerdo de reconciliación.

En los últimos meses, los dirigentes del movimiento islamista palestino mantuvieron múltiples contactos con altos funcionarios sirios, con la mediación de Irán y del movimiento chiita libanés Hezbolá, según el responsable de Hamas.

Durante años, el poder sirio consideró la partida de Hamas como un “golpe fatal” a la relación con Siria, y algunos altos funcionarios hablaron incluso de “traición”.

Al mismo tiempo, Hamas mantuvo durante este tiempo buenas relaciones con Hezbolá, firme aliado del régimen sirio.

Hezbolá, un movimiento proiraní, afirmó haber desempeñado un papel importante en la reconciliación entre el poder sirio y Hamas, al que considera como integrante del “eje de la resistencia” contra Israel, y que según dice incluye igualmente a Damasco, Teherán y grupos iraquíes.

El encuentro del miércoles entre Hamas y Bashar al Asad “se inscribe dentro del acercamiento entre Hezbolá y Hamas, evidente en Líbano desde hace más de un año”, declaró a AFP Maha Yahya, directora del Carnegie Middle East Center, con sede en Beirut.