Líbano expresó ayer, martes, su satisfacción con el borrador final que le fue entregado y en comunicaciones posteriores se refirió a un "entendimiento" con el Estado judío, mientras el equipo libanés realizaba una lectura "final" del texto, según informó el Gobierno de Beirut.

El acuerdo marítimo entre Israel y Líbano anunciado ayer recibió hoy un apoyo mayoritario del Gobierno israelí, y será ahora sometido a revisión del Parlamento previo a su ratificación definitiva.

“El Gobierno aprobó esta tarde, por abrumadora mayoría, los principios del acuerdo con el Líbano, así como la propuesta del primer ministro, Yair Lapid, de enviar el acuerdo a la Knéset (Parlamento) para su revisión”, informó la oficina del jefe del Ejecutivo en un comunicado.

El apoyo del Gobierno siguió a la aprobación hoy del acuerdo por parte del Gabinete de Seguridad.

Los próximos pasos serán la presentación, hoy mismo, del pacto al Parlamento, que tendrá dos semanas para revisarlo. Pasada esa etapa, y tras posibles modificaciones durante la revisión, los ministros deberán brindar su aprobación definitiva.

De ratificarse, el acuerdo con Líbano acabaría con una disputa de larga data sobre la demarcación de aguas ricas en gas en el Mediterráneo, tras meses de negociaciones intermitentes que comenzaron en 2020.

Acuerdo marítimo entre Israel y Líbano

El territorio en cuestión consiste de unos 860 kilómetros cuadrados de mar, que cubre los yacimientos de gas de Karish y Qana.

El acuerdo, mediado por Estados Unidos dado que Israel y Líbano no tienen relaciones diplomáticas, permitiría varias cosas al Estado judío.

Entre ellos, que explote el primero y su vecino árabe del norte el segundo, según una versión del texto definitivo difundida hoy por medios israelíes.

El borrador, que describe el acuerdo como una “resolución permanente y equitativa a la disputa marítima”, precisa además que Israel recibirá una compensación económica al ceder sus derechos sobre el yacimiento de Qana.

Este, que aunque se encuentre principalmente en aguas libanesas, atraviesa la nueva línea divisoria hacia el lado israelí.

El anuncio de este acuerdo ha suscitado la polémica en Israel, ya que llega a menos de tres semanas de las elecciones generales del próximo 1 de noviembre.

En este contexto, el ex primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, que pretende recuperar el cargo tras los comicios, cuestionó duramente el pacto, que describió como una “rendición histórica” ante Líbano y definió a Lapid como “un primer ministro débil y sin experiencia”.