Según concreta, en 2021 hubo 252 denuncias por presunta tortura y malos tratos contra la ANP, así como 279 por supuestos arrestos arbitrarios. En el caso de Hamás, hubo también 193 denuncias por tortura y 97 por detenciones arbitrarias.

Human Rights Watch (HRW) denunció hoy que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y el grupo islamista Hamás siguen “maltratando y torturando sistemáticamente a palestinos detenidos, incluidos críticos y opositores”, una práctica que se produce desde años y “puede constituir un crimen de lesa humanidad”.

“El abuso sistemático por parte de la ANP y Hamás forma una parte crítica de la represión contra el pueblo palestino”, declaró Omar Shakir, director para Israel y Palestina de la ONG, que presentó un informe sobre ello al Comité contra la Tortura de Naciones Unidas.

Según HRW, “un año después de que la ANP matara a golpes al activista crítico Nizar Banat” y actuara “violentamente” contra manifestantes “nadie ha rendido cuentas”.

El organismo agregó que esto ilustra “la impunidad de los arrestos arbitrarios” que llevan a cabo las autoridades palestinas.

Este polémico suceso generó protestas el año pasado contra la ANP en Cisjordania para denunciar la brutalidad policial.

Pese a esto, hasta ahora no se han depurado responsabilidades, dice HRW, que denuncia que hay “un patrón de abuso” prolongado por parte de las fuerzas de seguridad de la ANP.

Presuntos crímenes contra la humanidad de la Autoridad Palestina

La Fiscalía palestina presentó cargos contra 14 agentes acusados por la muerte de Banat en 2021.

A pesar de esto, la ONG asegura que la Justicia está actuando “con lentitud y de forma parcial”, lo que se expresó cuando se dejó en libertad a los acusados.

“La muerte bajo custodia de Banat” y la represión contra manifestantes “refleja la práctica sistemática de arresto arbitrario y tortura con impunidad”, señala HRW.

La entidad además mencionó que los casos de varios palestinos que fueron detenidos por formar parte de las protestas.

Según la entidad, estas prácticas no son solo comunes por parte de la ANP, que gobierna en zonas de Cisjordania ocupada, sino también por parte de su rival, el grupo Hamás.

“Las fuerzas de seguridad de la ANP y Hamás se burlan y amenazan de forma rutinaria a los detenidos, recurren a la reclusión en régimen de aislamiento y les dan palizas”, según HRW.

“Castigos contra los críticos y opositores”

De acuerdo con la entidad, los abusos incluyen “azotes a los pies”, se obliga a los detenidos “a adoptar dolorosas posiciones de tensión durante períodos prolongados”, se les levanta “los brazos por la espalda con cables o cuerdas”.

Esta violencia, añade, se aplica “para castigar a los críticos y opositores y obtener confesiones”.

“La ANP y Hamás han alegado que los abusos no son más que casos aislados que se investigan y por los que los malhechores deben rendir cuentas, pero años de investigación de HRW contradicen estas afirmaciones”, denuncia la entidad.

A su vez, el grupo islamista ha ejecutado a 28 personas desde que tomó el poder en Gaza hace 15 años.

Ante ello, “las autoridades palestinas deben acatar los tratados internacionales de derechos humanos a los que se han adherido, poner fin a los abusos graves y la impunidad endémica”, exige HRW.

Finalmente el organismo indicó que considera que países de la comunidad internacional “deberían cortar la asistencia a las fuerzas de seguridad palestinas abusivas”.