Al menos 50 personas murieron y otras 140 resultaron heridas el viernes en una explosión en una mezquita chiita en la ciudad de Kunduz, al noreste de Afganistán, según confirmó un representante local de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF).

Una explosión en una mezquita chíi durante los concurridos rezos del viernes en la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, causó hoy al menos 50 muertos y 140 heridos.

“Ha habido una fuerte explosión en la provincia de Kunduz que causó muchas bajas, no conocemos la cifra exacta de víctimas en este momento”, dijo a Efe un miembro de la Comisión de Cultura de los talibanes, Jawad Sargar.

El balance preliminar de víctimas fue dado por fuentes médicas a la Agence France-Presse, aunque Ghulam Rabani Rabani, un antiguo miembro del consejo provincial de Kunduz, cifró ante Efe en 80 los muertos y 100 los heridos.

“Hasta ahora hemos recibido 35 cadáveres y más de 50 heridos”, dijo a la AFP un médico del hospital central de Kunduz, que no quiso que su identidad fuera divulgada. Poco antes, un responsable local de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) declaró a la AFP que “más de 90 heridos y 15 cadáveres” habían llegado a su clínica en la ciudad.

La explosión tuvo lugar en una mezquita en la zona de Sayd-Abad en Kunduz, capital de la provincia homónima, dijo por su parte a Efe un funcionario del Gobierno depuesto por los fundamentalistas, que pidió también el anonimato.

La mezquita “pertenece a nuestros hermanos chiíes, mucha gente ha muerto o ha fallecido en la explosión pero ahora mismo el número no está claro porque estamos intentando evacuar a las víctimas”, dijo la fuente.

Hasta ahora, ningún grupo u organización armada se ha otorgado la responsabilidad de este ataque.

El atentado tiene lugar después de que al menos dos personas falleciesen en una explosión ocurrida el pasado domingo cerca de la entrada de una mezquita en Kabul, donde se estaba celebrando una ceremonia fúnebre por la muerte de la madre del principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado del pasado domingo, sumándose a una serie de ataques de la formación desde la retirada final de las tropas de Estados Unidos de Afganistán poco antes de la medianoche del 31 de agosto.

Estos ataques han dejado decenas de víctimas civiles y talibanes, sobre todo en Kabul y en el estado oriental de Nangarhar, fronterizo con Pakistán y bastión del EI en Afganistán.

Los talibanes, que se hicieron con el control de Kabul el pasado 15 de agosto, han lanzado operaciones masivas contra el EI en varias provincias de Afganistán, con el objetivo de acabar con la que consideran es la principal amenaza contra su Gobierno.