Grupos de manifestantes libaneses cortaron diversas carreteras de todo en país en protesta contra la acuciante crisis económica.

Esto, después de que el Banco Central se declarara incapaz de seguir apoyando la importación de combustible, una decisión que implica también el levantamiento de subsidios.

Varios grupos de decenas de manifestantes cortaron las principales carreteras del centro, sur y norte del país en protesta contra esta medida.

Se utilizó contenedores de basura y se provocó grandes atascos en todo el Líbano, según la agencia de noticias estatal ANN.

De acuerdo con la agencia, los cortes se realizaron “en protesta contra las decisiones del gobernador del Banco Central. Empujan su situación de vida y económica hacia el deterioro y el colapso”.

En una reunión ayer, el gobernador del Banco Central, Riad Salame, dijo de que “no es capaz de seguir respaldando la adquisición de carburantes”.

La solución que ofreció es redactar una propuesta de ley para el desembolso de créditos a la compañía eléctrica estatal, Electricité du Liban (EDL).

Esto le permita comprar combustible “porque es el remedio más barato para el ciudadano, incluso si se le suben los impuestos”.

Carta hoy al ministro de Finanzas

Ante esta situación, el primer ministro en funciones, Hasan Diab, mandó una carta hoy al ministro de Finanzas, Ghazi Wazni.

“Su decisión de eliminar los subsidios del combustible infringe la ley (…) y viola la política de austeridad del Gobierno”, según un comunicado.

“El Gobierno urgió repetidamente racionalizar el subsidio y no eliminarlo”, según la nota, en la que pidió que el Banco Central “tome las medidas necesarias con la máxima rapidez”.

La subida de precios y la escasez de combustible repercute directamente en el suministro de electricidad a la población libanesa.

Desde hace semanas, la compañía eléctrica libanesa solo proporciona un máximo de dos horas al día de suministro eléctrico.

Los proveedores de energía alternativa, a través de generadores privados, racionan las horas de luz por la escasez de diésel para hacerlos funcionar.

La población enfrenta graves dificultades para conservar alimentos, trabajar en remoto o aguantar las temperaturas del mes más caluroso del año.

Lo anterior, al mismo tiempo que la falta de suministro eléctrico afecta a la producción industrial, el funcionamiento de hospitales y escuelas, e incluso la seguridad vial.