El presidente iraní, Hasan Rohani, acusó el sábado a Israel de querer sembrar el “caos” con el asesinato, el viernes cerca de Teherán, de un prominente científico del programa nuclear, un crimen que según las autoridades de Teherán debe ser “castigado”.

“Una vez más, las despiadadas manos de la arrogancia global, con el usurpador régimen sionista como mercenario, se han manchado con la sangre de un hijo de esta nación”, dijo Rohani.

Las autoridades iraníes utilizan la expresión “arrogancia global” para referirse a Estados Unidos.

Mohsen Fakhrizadeh, de 59 años, jefe del Departamento de investigación e innovación del ministerio de Defensa, resultó “gravemente herido” cuando su vehículo fue atacado por varios individuos que se enfrentaron a tiros con su equipo de seguridad, y murió poco después.

Este sábado, el guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, pidió que se “castigue” a quienes están detrás de este crimen y se siga adelante con “el esfuerzo científico y técnico de este mártir en todos los ámbitos en los que estaba trabajando”.

“La nación iraní es demasiado inteligente como para caer en la trampa de la conspiración de los sionistas. Están pensando en crear el caos, pero deberían saber que hemos visto sus intenciones y no tendrán éxito”, agregó Rohani, en un discurso transmitido por televisión.

El mandatario se comprometió también a que la muerte del experto “no perturbe” los avances científicos del país y consideró que el asesinato se debía a la “incapacidad” de los enemigos de Irán de impedir su desarrollo.

“Este acto criminal no quedará sin consecuencias”, agregó.

Riesgo de escalada

Alemania alertó este sábado del riesgo de una escalada tras el asesinato y pidió a las partes renunciar “a acciones que agraven la situación”.

“A pocas semanas de la llegada de un nuevo gobierno a Estados Unidos necesitamos conservar los márgenes de diálogo existentes para poder resolver con negociaciones el conflicto por el programa nuclear iraní”, dijo un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores en Berlín.

Siria, aliada del Irán, consideró que se trataba “no de un simple asesinato, sino de una acción terrorista que la comunidad internacional debe condenar”, según el ministro de Relaciones Exteriores, Faisal Mekdad.

El gobierno de Catar afirmó en un comunicado que un asesinato de ese tipo “solo añadirá leña al fuego en un momento en que la región y la comunidad internacional están tratando de reducir las tensiones”.

El científico asesinado había sido calificado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de padre del programa iraní que busca dotarse del arma nuclear, unas intenciones que Irán siempre ha negado.

El Departamento de Estado norteamericano afirmó en 2008 que Fakhrizadeh realizaba “actividades y transacciones que contribuían al desarrollo del programa nuclear de Irán”.

Hasta ahora Israel no reacciona a las acusaciones de Irán, pero la cadena de televisión Channel 12 afirmó que se incrementó la vigilancia en las embajadas israelíes.

“Este asesinato bárbaro muestra que nuestros enemigos viven semanas difíciles en las que sienten (…) que su presión disminuye, que la situación mundial cambia” y “quieren aprovechar al máximo”, lanzó Rohani.

El asesinato ocurre a menos de dos meses de la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden, vencedor de los comicios del 3 de noviembre.

Biden prevé modificar la política estadounidense con Irán, después de que Donald Trump decidiera retirar a su país del acuerdo internacional de 2015 sobre el programa nuclear iraní y restableciera las sanciones contra Teherán.

El movimiento libanés proiraní Hezbolá condenó el sábado el asesinato, perpetrado “por bandas criminales y terroristas para impedir que la República islámica (…) preserve sus progresos científicos y su independencia política e intelectual”.

Ojo por ojo

Poco se sabe del trabajo del científico. El ministro de Defensa iraní, Amir Hatami, indicó que había tenido un “importante papel en las innovaciones de defensa”.

“Gestionaba la defensa nuclear y hacía un gran trabajo”, añadió, sin mayores precisiones.

El director de la Organización Iraní de la Energía Atómica, Ali Akbar Salehi, explicó que mantenía con Fakhrizadeh “una buena cooperación, en particular en el ámbito de la defensa antinuclear”.

Fakhrizadeh era primera página de la prensa iraní este sábado. “Ojo por ojo. Sionistas, estén preparados”, titulaba el diario ultraconservador Kayhan.

Mohamad Javad Zarif, ministro de Exteriores de Irán, instó a la comunidad internacional a “poner fin a sus vergonzosas posiciones ambivalentes y condenar este acto terrorista”.

Varios científicos especializados en el ámbito nuclear iraní fueron asesinados en los últimos años. Teherán responsabiliza sistemáticamente a Israel.