Un accidente aéreo siempre es y será una tragedia, sea cual sea su causa.

Sin embargo, al saber que no fue un error humano de la tripulación del avión ucraniano, el mundo entero se volcó a condenar lo que Irán ya asumió como su culpa, luego de la presión internacional y las pruebas en video que llegaron desde el lugar de los hechos.

Cada una de las 176 personas fallecidas forman parte de de una lista de víctimas inocentes en un conflicto entre EEUU e Irán, que es histórico, pero que reavivó al ocaso de 2019 e inicios de 2020.

No obstante, 15 niños forman parte de un listado aún más ajeno a la intolerancia política internacional.

El pequeño zapato de una niña, entre los restos esparcidos del avión, es una de las imágenes que sigue dando la vuelta al mundo.

Agencia France-Presse
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Entre las víctimas mortales más inocentes, dos niñas, de 9 y 14 años, hijas de una pareja de científicos, profesores de la Universidad de Alberta, según cadenas como CTV.

Los cuatro regresaban de casi un mes de vacaciones. Las últimas de su vida, sin saber que un misil, “por error”, derribaría todos sus planes y un futuro prometedor en familia.

Otra pequeña víctima: un niño de tan solo 8 años quien viajaba junto a sus padres y era esperado por su familia en territorio canadiense.

“Estamos en completo shock, estamos llenos de tanta emoción”, dijo Nadia Eghbali, prima del menor de edad. “Hay ira, hay tantas cosas, simplemente no sabemos por qué sucedió esto”.

Otra niña de tan solo 5 años, identificada como Sophie Emami, regresaba a Toronto junto a sus padres y su tía.

Dany Gonzáles, amigo y compañero de estudios de una de las víctimas, todavía no puede entender por qué un conflicto de esa índole, le cuesta la vida a inocentes.

“Es un desperdicio total. Todo lo relacionado con la guerra y las personas que intentan matarse entre sí por el bien de la tierra o el petróleo, siempre es estúpido”, dijo un conmocionado hombre, debido a la pérdida de sus amigos.

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Son historias que tienen a propios y extraños preguntándose muchas cosas desde que se supo el hecho, sus causas y de los responsables.

Niños y adultos con un futuro pleno forman parte de las muertes de un daño colateral, como en una guerra.

En el avión ucraniano también regresaban dos parejas de recién casados.

“Eran básicamente las almas más amables que conozco, sinceramente”, sostiene Amir Forouzandeh un amigo de la pareja conformada por Arash Pourzarabi y Pouneh Gorji.

Ambos estaban estudiando una maestría en Ciencias de la Computación y se habían casado el 1 de enero pasado en Teherán.

Otro joven estudiante de origen iraní, hizo una escalofriante publicación antes de abordar el avión derribado, como presintiendo el fin por culpa de un conflicto permanente.

“Predije que mi vuelo iría a la guerra”, publicó en su cuenta de Twitter Mojtaba Abbasnezhad, quien estudiaba un doctorado en la Universidad de Toronto.