El poderoso general iraní Qasem Soleimani, a cargo de los asuntos iraquíes en el ejército ideológico de Irán, murió en un bombardeo del aeropuerto de Bagdad, anunció a primeras horas del viernes la televisión pública iraquí y luego confirmaron las autoridades.

“Los Guardianes de la Revolución anuncian que el glorioso comandante del islam, Haj Qasem Soleimani, después de una vida de servidumbre, murió en mártir en un ataque de Estados Unidos contra el aeropuerto de Bagdad esta mañana”, dijeron en una declaración leída en la televisión pública iraní.

El bombardeo fue ordenado por el presidente de EEUU, Donald Trump, confirmó horas después el Pentágono, en represalia al asedio a la embajada norteamericana en Bagdad y a los últimos conflictos entre Washington e Irán.

“Por orden del presidente, el ejército estadounidense ha tomado medidas defensivas decisivas para proteger al personal estadounidense en el extranjero al matar a Qasem Soleimani”, dijo el Departamento de Defensa de Estados Unidos en un comunicado. Minutos antes, Trump había tuiteado una bandera estadounidense.

Trump había prometido una represalia a Irán, luego de un asedio en contra de su embajada en Bagdad.

“Irán será plenamente responsable de las vidas perdidas o los daños sufridos en cualquiera de nuestras instalaciones”, dijo Trump en Twitter tras el asedio del martes a su embajada en Bagdad. “¡Pagarán un alto precio! Esto no es una advertencia, es una amenaza”.

La televisión oficial de Irak además de anunciar la muerte del general Soleimani, también informó la muerte de Abu Mehdi al Muhandis, el número dos del grupo militar iraquí El Hashd al Shaabi (Fuerzas de Movilización Popular). Varios mandos de los servicios de seguridad y del Hashd lo confirmaron.

El general Soleimani era el jefe de la fuerza Al Qods de los Guardianes de la Revolución, encargada de las operaciones exteriores, y Abu Mehdi al Muhandis estaba al mando de las operaciones de Hashd, cuyo jefe oficial es el asesor de seguridad nacional del primer ministro. Ambos se encontraban bajo sanciones estadounidenses.

 Qasem Soleimani  y Abu Mahdi al-Muhandis | ARCHIVO | AFP
Qasem Soleimani y Abu Mahdi al-Muhandis | ARCHIVO | AFP

Tensión en Irak


El martes, miles de sus combatientes y partidarios de Soleimani participaron en una demostración de fuerza sin precedentes en Irak.
Llegaron a la ultraprotegida Zona Verde de Bagdad, donde se encuentra la embajada estadounidense, y la atacaron además de pintar grafitis en los muros en los que se leía “No a Estados Unidos” o “Soleimani es mi jefe”.

Este episodio de violencia terminó el miércoles con la retirada de los proiraníes de la Zona Verde, por orden de las Fuerzas de Movilización Popular.

Pero las muertes del viernes incrementan la amenaza que se cierne sobre Irak desde hace meses: su territorio se está convirtiendo en un campo de batalla indirecto para Irán y Estados Unidos.

Desde finales de octubre soldados y diplomáticos estadounidenses fueron blanco de una decena de ataques con cohetes
, en los que murió un subcontratista hace una semana.

El domingo Washington, que acusa a las facciones pro-iraníes de las Fuerzas de Movilización Popular de estar detrás de estos ataques no reivindicados, respondió bombardeando bases en una de ellas cerca de la frontera siria, con un saldo de 25 muertos.

El martes fue el cortejo funerario de estos combatientes el que forzó la entrada del recinto de la embajada estadounidense en Bagdad.