El presidente turco Recep Tayyip Erdogan amenazó de nuevo este lunes a las milicias kurdas de Siria y envió refuerzos militares a la frontera del país en caso de una eventual ofensiva tras la retirada de las tropas estadounidenses.

Las amenazas de Erdogan contra las Unidades de Protección Popular (YPG) llegan tras la firma de la orden de retirada de las tropas estadounidenses en Washington. Estados Unidos apoya esta milicia kurda en el norte de Siria en su lucha contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).

Ankara, que teme que se establezca en su puerta un embrión de Estado kurdo que fortalezca las tendencias separatistas de la minoría kurda en su propio territorio, es ferozmente hostil a las YPG. El grupo tiene relación con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), clasificado como organización terrorista por Turquía y sus aliados occidentales.

“Como no dejamos a los árabes sirios ser una presa de Dáesh (el EI), no dejaremos a los kurdos sirios ser presas de la crueldad del PKK y de las YPG”, declaró Erdogan durante un discurso en Ankara.

“¿Por qué estamos actualmente en Siria? Para que nuestros hermanos árabes y kurdos reencuentren su libertad”, agregó.

Refuerzos militares turcos

Tras una creciente presión sobre las YPG, desorientadas por el anuncio de la inminente retirada de sus aliados norteamericanos, Turquía ha enviado nuevos refuerzos militares a su frontera con Siria para preparar la próxima ofensiva. Por el momento, Erdogan ha decidido posponerla.

Unidades militares, cañones tipo Howitzer y baterías de artillería fueron transportados en convoyes al distrito de Elbeyli, frente a la frontera siria en la provincia turca de Kilis, según la agencia estatal Anadolu.

El envío de los refuerzos había empezado este fin de semana con la llegada de un centenar de vehículos militares turcos en la región de al Bab, controlada por fuerzas pro turcas en el norte de Siria, indicó el diario Hürriyet.

También han sido desplegados refuerzos militares en la ciudad de Akcakale y el distrito de Ceylanpinar en la provincia de Sanliurfa(sureste de Turquía).

Tomando por sorpresa a los aliados de Estados Unidos, Trump ordenó el miércoles la retirada lo antes posible de los aproximadamente 2.000 soldados estadounidenses. Los militares están en el noreste del país, donde luchan contra los yihadistas junto con las fuerzas democráticas sirias (FDS), una coalición de milicias arabo-kurdas lideradas por las YPG.

El presidente, que se opone desde hace mucho a la presencia estadounidense en un conflicto considerado costoso, estimó que las tropas ya no eran útiles porque el grupo Estado Islámico (EI) estaba “en gran parte vencido”.

Una delegación estadounidense llegará “esta semana” a Ankara para negociar esa retirada de tropas de Siria, informó un portavoz de la presidencia turca el lunes.

“Erradicar el EI”

Tras una conversación telefónica el domingo entre Trump y Erdogan, la presidencia turca había afirmado que ambos dirigentes habían “acordado garantizar la coordinación entre los militares, los diplomáticos y otros responsables de sus países para evitar un vacío de poder que podría ser consecuencia de la retirada y de la fase de transición en Siria”.

En Twitter, Trump dijo haber mencionado con el presidente turco “el EI, nuestro compromiso mutuo en Siria y la retirada lenta y altamente coordinada de las tropas estadounidenses de la región”, así como “un aumento considerable” de las relaciones comerciales.

Según el Washington Post, que cita fuentes de la Casa Blanca, los asesores de Donald Trump lo convencieron de que retirara las tropas estadounidenses más lentamente de lo que le hubiera gustado para que su seguridad no se viera amenazada.