Arabia Saudita anunció el sábado la detención de 17 personas sospechosas de atentar contra la seguridad del reino, tres semanas antes de que termine la prohibición de conducir para las mujeres.

Según asociaciones de defensa de los derechos humanos, al menos 11 militantes fueron detenidos en mayo, en su mayoría mujeres que abogaban por tener derecho a conducir y por el final de la tutela masculina.

La fiscalía, que no comunicó la identidad de ninguno de los detenidos, indicó que las autoridades habían arrestado a 17 personas, de las cuales ocho habían sido “liberadas temporalmente” a la espera del final de la investigación sobre los hechos que se les imputan.

Nueve sospechosos, entre ellos cuatro mujeres, siguen detenidos tras haber “confesado” determinados delitos como el hecho de contactar con organizaciones “enemigas” o de reclutar a personas que ocupan importantes puestos gubernamentales, según un comunicado publicado por la agencia de prensa saudita SPA.

El texto indica que se acusa a los detenidos de haber “coordinado actividades que atentan contra la seguridad y la estabilidad del reino”.

Medios cercanos al poder afirmaron que entre los arrestados había traidores y “agentes de embajadas” de países extranjeros. Los militantes rechazaron esas acusaciones.

Esa ola de represión suscita duras críticas en el plano internacional y empañan la política de modernización impulsada por el joven príncipe heredero Mohamed bin Salmán.

El decreto real que permite conducir a las mujeres entrará en vigor el 24 de junio. Menos de tres semanas antes del anuncio de esa medida el 26 de septiembre, las autoridades ya habían detenido a por lo menos 20 personas, incluidos intelectuales y predicadores, considerados como hostiles al poder.

La semana pasada, el Parlamento Europeo aprobó una resolución para pedir la liberación de los militantes y activistas pro derechos humanos detenidos en el reino saudita.

“El príncipe heredero se ha presentado como un reformista, pero la represión contra las voces disidentes en su país no ha dejado de intensificarse desde su nombramiento el pasado mes de junio”, declaró la semana pasada Samah Hadid, directora de las campañas de la oenegé Amnistía Internacional para Oriente Próximo.

“Los aliados de Arabia Saudita, especialmente Estados Unidos, Reino Unido y Francia, deben instar a las autoridades sauditas a poner fin a la represión contra los militantes a favor de los derechos humanos en el país”, exhortó Hadid.