La calma retornó este miércoles a la Franja de Gaza e Israel después de registrarse los más duros enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y los grupos armados palestinos desde la guerra de 2014, a pesar de los desmentidos sobre la conclusión de un cese el fuego.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu afirmó que su ejército infligió “el golpe más duro desde hace años” a los grupos palestinos en Gaza. “Reaccionó con fuerza a los disparos provenientes de Gaza, atacando decenas de objetivos terroristas”, añadió.
El ejército israelí afirmó este miércoles haber atacado en total 65 posiciones militares del grupo islamista Hamas en la Franja de Gaza, que controla, en represalia a disparos de cohetes y obuses contra su territorio, algunos de ellos interceptados por los sistemas de defensa aérea, el martes y en la madrugada de este miércoles.
Sin embargo, la calma aparentemente retornó horas después. No se registró ningún nuevo disparo de cohetes y la Fuerza aérea israelí cesó sus ataques sobre el enclave palestino, alejando la perspectiva de una nueva guerra entre ambas partes.
Tres soldados resultaron heridos, de los cuales dos de manera leve, indicó el ejército israelí. En tanto, Hamas no comunicó si hubo heridos en Gaza.
Un alto responsable de Hamas había confirmado este miércoles por la mañana las declaraciones de Yihad Islámica, otro movimiento palestino, según las cuales se había alcanzado una tregua, aparentemente con la intermediación del vecino Egipto. Sin embargo, el ministro israelí de Inteligencia, Yisrael Katz, negó la existencia de tal acuerdo.
La Franja de Gaza está rodeada por Israel, Egipto y el Mediterráneo. Israel dijo haber golpeado con su aviación y su artillería posiciones de Hamas y de Yihad Islámica, su aliado y segunda fuerza en el territorio.
Israel ha librado tres guerras en la Franja de Gaza con Hamas, la Yihad Islámica y otros grupos armados palestinos.
Alto el fuego o no
Los brazos armados de Hamas y de la Yihad Islámica reivindicaron el lanzamiento de decenas de proyectiles contra Israel el martes, en respuesta, según ellos, a unos ataques llevados a cabo por Israel contra sus posiciones, uno de los cuales mató a tres miembros del segundo de los grupos el domingo.
A pesar del anuncio de un acuerdo de cese del fuego por la Yihad Islámica, el ejército israelí anunció haber bombardeado por la noche 25 objetivos militares vinculados a Hamas, incluidos fábricas de cohetes, refugios de drones así como “infraestructuras militares”.
La Yihad Islámica anunció el martes por la noche que se llegó a un acuerdo de alto el fuego -incluyendo a Hamas- con Israel, a través de Egipto, histórico intermediario entre ambas partes.
Egipto, antigua potencia dominante en Gaza, es uno de los dos únicos países árabes en tener relaciones con Israel.
Jalil al Hayya, adjunto al líder de Hamas en la Franja de Gaza, confirmó el miércoles que se llegó a una tregua gracias a “un determinado número de mediadores”. Israel negó este acuerdo.
“Israel no quiere que la situación se deteriore pero el que desencadenó la violencia debe ponerle fin. Israel le hará pagar (a Hamas) los disparos contra Israel”, dijo.
Consejo de seguridad
La escalada del martes, después de semanas de violencia a lo largo de la frontera entre Israel y Gaza, resucitó el fantasma de un nuevo conflicto en el enclave, que ha sufrido tres guerras desde 2008.
Israel y Hamas y sus aliados observan desde 2014 un tenso alto el fuego, desafiado regularmente por los arrebatos de las tensiones.
Ni Israel ni un debilitado y aislado Hamas han estado interesados hasta ahora en una escalada. Pero diplomáticos y expertos apuntan que el aislamiento de Gaza por el bloqueo israelí y egipcio, la crisis económica en el lugar y la ausencia de un horizonte político desestabilizan la situación.
A petición de Estados Unidos, gran aliado de Israel, una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU se llevó a cabo en Nueva York, pero Kuwait bloqueó de antemano una propuesta estadounidense para adoptar una declaración de condena a los disparos palestinos contra el territorio israelí.
Desde el pasado 30 de marzo, fecha de inicio de manifestaciones por el derecho al retorno de los palestinos que abandonaron sus tierras tras la creación de Israel, 122 palestinos murieron víctimas de los disparos de soldados israelíes.