Los responsables europeos se comprometieron el martes con el jefe de la diplomacia iraní Mohamad Javad Zarif a garantizar recursos económicos a Irán con el fin de salvar el acuerdo nuclear amenazado por las sanciones decididas por Estados Unidos después de su decisión de retirarse.

“Nosotros buscamos soluciones prácticas para permitir que Irán continúe sus ventas de petróleo y gas, continúe sus transacciones bancarias, mantenga las conexiones aéreas y marítimas, garantizarle créditos a la exportación y facilitar las inversiones”, detalló la representante de la diplomacia europea, Federica Mogherini, que presidió la reunión.

“Yo creo que es un buen comienzo. Aún no estamos allí, estamos comenzando el proceso”, dijo Mohamad Javad Zarif a los periodistas después de reunirse con Mogherini y sus homólogos de Francia, Reino Unido, Alemania, representantes de los tres países implicados en el acuerdo.

“El pueblo iraní espera beneficios económicos. Queremos saber si nuestros socios los pueden dar”, había advertido previamente Zarif. “Se está acabando el tiempo”, insistió.

“Contexto difícil”

En una breve conferencia de prensa al final de la jornada, Mogherini reconoció que “el contexto es muy difícil” después de la polémica decisión del presidente Trump de abandonar el pacto que habían firmado en 2015.

“Sabemos que es una tarea difícil pero estamos decididos a que el JCPOA (siglas del acuerdo nuclear) se mantenga en su lugar”, tanto del lado europeo como del lado iraní, subrayó Mogherini.

La jefa de la diplomacia europea descartó cualquier enmienda o anexos al texto, en respuesta a la solicitud de Estados Unidos de renegociar un nuevo acuerdo.

Por su parte, la excanciller italiana subrayó que “el levantamiento de las sanciones económicas fue una consecuencia importante del acuerdo en beneficio del pueblo iraní”.

“Estamos en el camino correcto para avanzar y asegurarnos de que los intereses de todos los participantes que siguen [en el acuerdo], especialmente Irán, serán preservados y garantizados”, enfatizó Zarif.

Los europeos buscan evitar que Teherán se retire del acuerdo y retome su programa nuclear, al tiempo que estudian cómo evitar que las sanciones estadounidenses contra Irán afecten a las empresas del bloque que invierten en la República Islámica.

Los mandatarios de la UE deben fijar una posición común esta semana durante una cumbre en Sofía. “Me gustaría que nuestro debate volviera a confirmar sin ninguna duda que mientras Irán respete las disposiciones del acuerdo, la UE también las respetará”, indicó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la carta de invitación.

En la capital búlgara, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, debe presentar a los mandatarios “diferentes opciones para proteger los intereses económicos europeos en el comercio con Irán”, impulsados en virtud del acuerdo nuclear, indicó un alto funcionario europeo.

China, Rusia, UE

Tras varios años de negociaciones, Irán y el grupo de potencias 5+1 (Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania) cerraron en julio de 2015 un histórico pacto por el que Teherán aceptó congelar su programa nuclear hasta 2025 a cambio de un levantamiento de las sanciones internacionales contra su país.

Tras la salida del pacto del presidente estadounidense, Donald Trump, el objetivo de Irán es obtener garantías del resto de países firmantes para continuar aplicando sus compromisos en el acuerdo. En caso contrario, ya advirtió que están preparados “para todas las opciones”.

Para ello, Zarif inició una gira el domingo, que le llevó a China, a Rusia y, ahora, a Bruselas.

Al término de esta gira diplomática, “veremos cómo podemos organizar un grupo de trabajo común para que este reciba el apoyo de la comunidad internacional”, explicó tras haberse reunido el lunes con su par ruso, Serguei Lavrov, citado por la agencia iraní ISNA.

Tras su reunión con Mogherini, el canciller iraní se reunió con sus homólogos francés, alemán y británico, representantes de los tres países europeos que firmaron el texto.

El mandatario francés, Emmanuel Macron, y su par ruso, Vladimir Putin, confirmaron el compromiso de ambos países en aplicar este acuerdo, durante una conversación telefónica este martes.

Acercamiento inusual


La salida de Estados Unidos comporta un acercamiento entre Moscú y los europeos, algo inusual, habida cuenta de las tensiones de los últimos años sobre Siria y Ucrania
, avivadas recientemente por el caso del envenenamiento del ex espía ruso Serguéi Skripal en Inglaterra.

Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, pidió en los últimos días a sus homólogos de los países europeos firmantes del acuerdo, que continúen con su “fuerte cooperación” con Washington.

Pompeo consideró que Estados Unidos y sus aliados europeos tenían intereses idénticos, como “actuar para que Irán no se dote nunca del arma nuclear” y “contrarrestar las actividades desestabilizadoras del régimen iraní en la región”, según el comunicado.

El gobierno de Trump anunció sanciones contra el gobernador del Banco Central iraní.

La marina estadounidense afirmó el lunes que esperaba un “periodo de incertidumbre” respecto a la actitud de Irán en el Golfo, después de que Washington denunciara el acuerdo.