Trabajadores del gobierno sirio entraron en una ciudad rebelde cercana a Damasco el viernes para empezar a restablecer el suministro de agua a la capital siria, informaron medios de comunicación estatales que citaron al gobernador local.

El suministro desde la fuente de Ain Al Fijeh, en la región de Wadi Barada, permanece cortado desde el 22 de diciembre, después de que los combates dañaran las infraestructuras de bombeo y dejaran a 5,5 millones de personas sin agua.

“Hemos interrumpido las operaciones militares en Ain Al Fijeh y hemos iniciado la reconciliación con las milicias” explicó el gobernador provincial, Alaa Ibrahim, que habló con reporteros de un área cerca de la fuente.

“Si Dios quiere, la tubería estará reparada en tres días (…) Se tomarán medidas rápidas para enviar agua a Damasco mañana”, añadió.

Ibrahim aseguró que cualquier rebelde en Wadi Barada que entregue sus armas podrá hacerlo, y añadió que los que rehúsen hacerlo o que pertenezcan a Fateh Al Sham, la filial siria de Al Qaeda, podrán dirigirse a la provincia rebelde de Idlib.