David Kozák, el universitario checo de 24 años que ayer mató a 14 personas e hirió a otras 25 en Praga, antes de suicidarse, no tenía antecedentes policiales, pero había anunciado una matanza en redes sociales y estaba siendo buscado por la Policía como sospechoso de un doble homicidio hace una semana y otro el miércoles.

De momento se han reportado 14 personas muertas tras el violento tiroteo que protagonizó David Kozak, un sujeto de 24 que decidió llevar a cabo el ataque en una universidad de Praga, en República Checa.

Kozak, estudiante de la misma universidad que fue centro del ataque según lo reportó la policía local, se suicidó con un disparo en la cabeza tras verse acorralado por la policía.

Si bien fue reconocido como el autor del tiroteo, las autoridades ya estaban tras su pista como sospechoso de la muerte de un hombre de 32 años y de su hija de dos meses.

Se trata de un crimen que se descubrió tras el hallazgo de los dos cadáveres, los que fueron encontrados en un bosque cerca de Praga. Según la policía, Kozark habría “practicado” antes de la masacre con estas dos personas.

Kozák tenía licencia para 8 armas, 2 de las cuales eran largas, y una con mirilla telescópica, que se cree que fue la que utilizó en el ataque de ayer.

Otros crímenes que se le imputan al autor del tiroteo en Praga

Además, y según lo dio a conocer la BBC, su padre fue encontrado muerto más temprano este mismo jueves.

De hecho, este último crimen provocó que la policía desplegara un dispositivo en un edificio de la Universidad donde se esperó que el agresor acudiera a clase.

Kozák, sin embargo, se dirigió a la sede principal de la Facultad de Filosofía, donde cometió la masacre.

David Kozák, que no tenía antecedentes penales, gozaba de un buen expediente académico y ha sido descrito como “retraído” por algunos de sus compañeros de estudios.

En su cuenta de Telegram, Kozák escribió que se inspiró en un reciente homicidio perpetrado en Rusia por una estudiante en el que murieron dos personas.

Finalmente, las autoridades descartaron cualquier vinculación del agresor con grupos terroristas.

El Parlamento checo está tramitando una reforma legal para facultar a la Policía a confiscar las armas a personas sospechosas de posturas radicales y que obliga a los vendedores a suministrar información sobre compras atípicas, por su volumen o por sospechas sobre los clientes.